Los niños de la ‘bata gris’, por Sandra Belaunde
Los niños de la ‘bata gris’, por Sandra Belaunde
Sandra Belaunde

Buenas noticias. Son relativamente pocas las veces que podemos decir esto, así que hay que aprovechar las oportunidades: la salud de los peruanos, empezando por la de los niños, se verá beneficiada desde este 22 de octubre cuando el se ponga la ‘bata gris’.  Este hospital atiende hoy a 96 niños con enfermedades de alta complejidad, 96 historias muy duras para ellos y sus familiares.

El Comercio tuvo la oportunidad de visitar hace unos días, de manera exclusiva, el hospital y conocer a algunos de sus pequeños pacientes, personal médico y administrativo, su infraestructura y sus equipos tecnológicos, necesarios para tratar enfermedades que otros hospitales no pueden atender.

Este es el primer hospital en implementar una de las principales medidas dentro de la reforma de salud, que comenzó la entonces ministra Midori de Habich y continúa el actual ministro, Aníbal Velásquez. La ‘bata gris’ significa que los servicios hospitalarios complementarios a los médicos, como la alimentación, la limpieza y el mantenimiento de los equipos, entre otros, van a ser asumidos por una empresa privada a través de una asociación público-privada (APP) con el Ministerio de Salud (Minsa).

A los pacientes no les importa si la gestión es pública o privada, pero sí ser bien atendidos. Por lo tanto, ellos serán los principales beneficiarios de la ‘bata gris’. La atención general mejorará porque cada involucrado podrá concentrarse en su tarea.

Por un lado, el sector privado tiene incentivos económicos que el público no tiene para prestar un servicio eficiente. Tan simple como que la rentabilidad de la empresa depende de cuán eficiente sea en los servicios que preste y que de no serlo podría ser penalizada por el Estado e incluso perder la concesión otorgada. Por otro, el Estado dejará de preocuparse por la administración del hospital –se limitará a fiscalizarla– y podrá concentrarse en la atención médica y de enfermería.

Según cálculos del Minsa, la concesión del Hospital del Niño de San Borja otorgada por ProInversión en julio del año pasado al consorcio Gestora Peruana de Hospitales le ahorrará al Estado cerca de S/.17 millones anuales durante diez años, ya que estaba dispuesto a pagar S/.49,5 millones por un servicio que el consorcio realizará por S/.32 millones desde este mes.

Dentro de las otras medidas de esta ambiciosa pero completa reforma de salud, que incluye una cartera de obras de aproximadamente S/. 3.500 millones en inversión pública, obras por impuestos y APP, está introducir un criterio meritocrático en la carrera médica y los profesionales de enfermería para que asciendan los más eficientes y preparados. Asimismo, fortalecer el nivel de atención primaria (centros de salud pequeños que atienden enfermedades simples) para que los hospitales especializados no se vean saturados y colapsen como lo hacen hoy y, finalmente, la construcción de nuevos hospitales en Lima y provincias. 

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