Cintas de seguridad y mallas perimetrales impiden hace más de un año el ingreso a los juegos infantiles que están instalados en el malecón de San Miguel. Sin embargo, esto no es un obstáculo para los niños que buscan un espacio de diversión al aire libre.
En la zona no hay serenos ni adultos que prohíban a los pequeños ingresar a los tramos clausurados. Ellos saltan por sobre las grietas y suben en los desgastados juegos que forman parte de la obra ejecutada en el 2014 por el Programa de Gobierno Regional de Lima Metropolitana (PGRLM), durante la gestión de la alcaldesa Susana Villarán.
“Antes teníamos un basural y zona de desmonte. Este espacio verde es necesario, pero ante todo debe ser un lugar seguro”, comenta una vecina del distrito.
La construcción del Malecón Costanera costó S/4’228.922. Según el informe de auditoría 041-2015 efectuado por el Órgano de Control Institucional de la MML, la obra está asentada sobre un relleno, y pese a ello “los responsables de control consintieron que no se ejecuten trabajos orientados a mejorar las condiciones del suelo”. En ese entonces, el órgano contralor observó que el perjuicio económico bordearía el S/1’005.966 por irregularidades en el proceso constructivo y sobrecostos a los gastos generales. Además, existía riesgo inminente de que la obra quedara totalmente inutilizable.
Pese al riesgo que representa el malecón, el alcalde de San Miguel, Eduardo Bless, señala que no ha podido intervenir porque el caso se encuentra judicializado, es investigado por la fiscalía.
“Por principio de seguridad pública, la municipalidad realizará mejoras en las próximas semanas. Ya no podemos esperar más”, afirma el burgomaestre.