Parado frente a la estación Naranjal del Metropolitano, dos meses antes de ser elegido alcalde de Lima Metropolitana, en agosto del 2018, Jorge Muñoz anuncia una de sus principales promesas de campaña: cumplir antes del término de su gestión con la ampliación hacia Carabayllo del único sistema de buses articulados con corredor segregado que tiene la capital.
Cuatro años después, con Muñoz vacado y Miguel Romero como alcalde de Lima, la infraestructura vial –18 estaciones en una extensión de 10,2 kilómetros– fue entregada en una ceremonia que incluyó corte de cinta y develación de placa. Pese al solemne protocolo, aún no se sabe cuándo empezará a funcionar la ampliación prometida. Esta es una de las obras que la gestión bipartita hereda a la de Rafael López Aliaga, que hoy inicia.
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Sin fecha
La puesta en marcha del tramo norte del Metropolitano –con la cual recién puede iniciar oficialmente la operación del servicio luego de 12 años– estaba planteada originalmente para el 2020, pero, tras la pandemia de COVID-19, los plazos fueron modificados. Según el contrato de ejecución de obra, firmado en diciembre del 2020, esta debió culminar el 13 de febrero de 2022, pero Emape aprobó cuatro variaciones de plazo al contratista, por lo que la nueva fecha de culminación se cambió para el 28 de diciembre de 2022. Dicha fecha tampoco se cumplió.
Es así que el 22 de diciembre, día en que se presentó la infraestructura, la comuna metropolitana informó que abril del 2023 será el plazo máximo de entrega del proyecto a la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU). Ante la prensa, Romero aseguró que la obra “en etapa de infraestructura está culminada al 100%”. En comunicación escrita con este Diario, el municipio añadió que los trabajos “están en procesos de acabados”.
Sin embargo, la ATU remarcó a El Comercio, la obra no ha sido terminada. Un recorrido realizado por este diario comprobó que queda pendiente terminar vías auxiliares, principales, señalización, pasos peatonales, semaforización, áreas verdes, entre otros aspectos inconclusos. De acuerdo con las cifras del sistema de seguimiento de inversiones del portal Invierte.pe, el avance financiero de la obra es de 81.1% a diciembre de 2022 y su ejecución física llega 80.10% al 17 de noviembre del 2022.
A esto se suma que ATU ha realizado más de 200 observaciones de las cuales quedan pendientes de corregirse o subsanarse aquellas relacionadas con el cambio de diseño, semaforización, interferencias del servicio, entre otros.
“Se han efectuado modificaciones sin la aprobación de la ATU que, en algunos casos, afectarían la operación del sistema, como por ejemplo, la distancia que debe haber entre el bus y el embarque, problema que sigue sin solucionarse, poniendo en riesgo la vida e integridad de los usuarios que podrían ser víctimas de eventuales incidentes durante el uso del servicio”, informaron a este Diario.
Ya en noviembre pasado la Contraloría General de la República había advertido problemas por cambio de especificaciones técnicas y demoras en la obtención de energía eléctrica, agua y desagüe.
El proyecto tuvo un monto de inversión inicial de S/ 389 328 898,00, que fue actualizado a S/ 555 477 046,23, de acuerdo con la información de la Contraloría. El monto fue cubierto entre el Banco Mundial y la MML.
Además, queda pendiente que la gestión entrante cumpla con el fallo del Poder Judicial que ordena reponer la afectación ambiental por el retiro de árboles de la avenida Universitaria y el recorte de 78,093 metros cuadrados del Parque Zonal Sinchi Roca para la construcción de la ampliación. “Nadie se opone a la inversión privada, pero eso no se puede oponer a la calidad de vida de los vecinos. No se puede reducir el área verde a uno de los distritos con menores áreas verdes de todo lima Metropolitana”, señaló el exregidor Carlo Ángeles.
La ampliación del Metropolitano fue uno de los 10 proyectos de inversión priorizados para ser terminados en el 2022. En esta lista se encontraba Pasamayito y el óvalo Monitor, ya en funcionamiento. Sin embargo, queda pendiente el puente Huaycoloro, en la autopista Ramiro Prialé, el cual será entregado la semana de febrero del 2023; el “El club de la familia” de Ate, previsto para junio del 2023, y los proyectos de dos teleféricos, que aún no tienen expediente técnico. “Está pendiente la firma del convenio entre ATU y la MML para la ampliación de delegación de competencias para continuar con la fase de ejecución de ambos proyectos”, dijo el municipio.
Seguridad pendiente
El segundo tema relevante que queda en manos de la nueva administración de Lima Metropolitana es la integración de las centrales de videovigilancia de todos los distritos de Lima Metropolitana, como parte del programa Lima 360°. En abril del 2022, el proyecto fue licitado, pero el exregidor Víctor Aguilar ha denunciado ante la Contraloría que existen graves indicios de irregularidades en la adjudicación respecto al equipamiento y sobrevaloración. “Hay una serie de vicios que no han terminado de ser esclarecidas y empañan el proyecto. Es una papa caliente que recibe la nueva gestión y queda en manos de López Aliaga ver cómo lo resuelve esto para que el proyecto finalmente sea una realidad”, dijo a este Diario.
Para Ángeles, se trata de la “gran deuda” que deja la gestión de Muñoz y Romero debido a la necesidad de contar con centrales de videovigilancia que puedan compartir información para, por ejemplo, establecer un mapa del crimen. “La pandemia ralentizó los procesos, pero a estas alturas no es una excusa que no se haya culminado”, dijo.
Otro punto débil que no se atendió, añade Aguilar, es la puesta en funcionamiento de 600 cámaras de videovigilancia de que se licitaron el 2018 por S/21.3 millones. “La gestión de Luis Castañeda dejó un proyecto para instalar 600 cámaras y porque cayó en un arbitraje con el postor esas cámaras jamás, en estos cuatro años, se pudieron implementar. Esto también hereda el nuevo alcalde”, dice.