Patricia Frayssinet enseña teatro a adultos mayores que nunca antes pisaron un escenario. La reconocida actriz detalla a El Comercio esa experiencia.
— ¿Desde cuándo trabaja dirigiendo a adultos mayores neófitos en las tablas?
Desde el 2009. Comencé en AFP Integra con sus pensionistas. La idea era hacer un curso corto, de tres meses, y ya tenemos siete años. El teatro cambió la vida de mis alumnos. Habré dirigido a más de 50 adultos mayores.
— ¿Por qué dice que el teatro les cambió la vida?
Porque ellos se jubilaron pensando que la vida quedaba ahí, y de pronto en el teatro encuentran amigos que se convierten en sus confidentes.
— ¿Sus alumnos son todavía amateurs?
Sí, pero algunos ya han tenido papeles chicos y con parlamento en “Al fondo hay sitio”.
— ¿Es muy difícil enseñar teatro a adultos mayores?
Sí. Es que ya son individuos con caracteres formados. Tienen ideas fijas en algunos temas. Es una cuestión de adaptación: yo me adapto a ellos y ellos a mí.
— Es importante que las personas tengan esa capacidad camaleónica de adaptarse.
Por supuesto. Esa capacidad es básica para el teatro y para el arte en general. Los que no lo logran, se marginan ellos mismos y sienten que no encajan.
— ¿Cuántas obras ha montado ya en AFP Integra?
Más de 30 es seguro. Nos presentamos en la sala que la empresa refaccionó en el Museo de Arte de Lima y en el auditorio de la AFP en San Isidro.
— También tiene a cargo el elenco de teatro de la Municipalidad de San Borja.
Así es, pero de todas las edades, incluidos los adultos mayores. Somos como una gran familia.
Dirigido por Patricia Frayssinet, el grupo de teatro de San Borja escenificó “La Cenicienta” en diciembre del año pasado.
— ¿Esa mixtura de edades conviene para las obras?
Mucho. La ventaja está en que un joven ya no tiene que hacer de una persona mayor y viceversa. Así es más rico para el espectador. Tenemos 35 actores. El 10% son adultos mayores.
— ¿Cuál es la principal dificultad que tienen los adultos mayores para hacer teatro por primera vez?
La memoria, pero esta también se trabaja. Algunos me han dicho: no me des libreto, que no aprendo. Pero sí se puede. A la larga le agarran el truco.
— Geriatras dicen que los ejercicios de memoria y aprenderse un libreto demoran el deterioro cognitivo.
Y lo he comprobado. En la AFP está el actor octogenario Esteban Trujillo, de memoria perfecta. El primero que se aprende la letra. Y como él, varios.
— ¿Se es mejor actor o actriz con los años?
Sí, porque los años te hacen desarrollarte. Con ellos vas creciendo. Te afianzas en lo que haces.
— ¿Cómo ayuda el teatro a nuevos actores adultos mayores en su vida diaria?
Los mayores que hacen teatro en San Borja, por ejemplo, se actualizan porque están en contacto con gente joven. Socializan. Están activos, y hacen algo que nunca han hecho. Un ingeniero que nunca en su vida ha pisado un escenario, pero siempre lo quiso hacer, acá tiene la oportunidad. Además, se sienten admirados y valorados cuando los nietos y sus hijos los ven actuar.
— ¿Qué hacen más: dramas o comedias?
Comedias porque para dramas ya tenemos a la vida misma. El artista en general es jovial, se ríe más, disfruta más de la vida, envejece feliz, disfruta de cosas sencillas. El artista no necesita plata, ni viajes ni joyas para ser feliz. Solo necesita una buena conversación con alguien divertido.
DISCÍPULOS DE PATRICIA
“El teatro me mantiene vigente física, mental y anímicamente”, dice Víctor Aranda, de 66 años. “Con el teatro olvido mis problemas”, agrega Llané Aguilar, de 61. “Siempre quise ser artista y he comprobado que no hay edad para realizar los sueños”, añade Luz Arcenia Nole, de 63.
ADAPTACIÓN DE YEROVI
“La Cenicienta” tuvo dos presentaciones gratuitas a fines de año a sala llena: en el centro cultural y en el auditorio municipal de San Borja. Nicolás Yerovi adaptó el libreto con un argumento hilarante. Informes sobre cástings para ser parte del grupo en el teléfono 7179199.