Óvalo Gutiérrez: ¿dónde quedó el monumento a José Abelardo Quiñones?

Fue durante la noche del martes 24 de marzo de 1998 cuando se develó la estatua del arcángel San Miguel, que hasta el día de hoy se luce imponente y vigilante, blandiendo una espada desde lo alto del óvalo Gutiérrez, en el distrito de Miraflores. La revista Somos registró aquel momento que fue celebrado con fuegos artificiales y varios discursos, y que también destacaron la renovación de esta zona durante la gestión del alcalde Fernando Andrade.

► Municipalidad de Miraflores creará una amplia zona peatonal en el óvalo Gutiérrez

► Óvalo Gutiérrez: la historia de esta emblemática zona de Miraflores que buscan cambiar

Pero este espacio, en el que se mezcla lo tradicional y lo moderno, estuvo ocupado por otra escultura que fue silenciosa espectadora durante muchos años del crecimiento urbano miraflorino.

Se trata de un monumento a José Abelardo Quiñones Gonzáles, hecho por el recordado escultor peruano Miguel Baca Rossi, en el año 1978. La gigantesca escultura de metal se elevaba desde su base emulando el ala de un ave, haciendo referencia al noble oficio de piloto del principal héroe de la Fuerza Aérea Peruana (FAP).

Joven héroe

• El 23 de julio de 1941, durante la guerra con Ecuador, la nave de Quiñones fue alcanzada por fuego enemigo durante una misión. Pese a ello, el teniente dirigió su máquina Avión XXI-41-3 estrellándose contra la posición rival. Por su acto es considerado hoy a la misma altura de Miguel Grau y de Francisco Bolognesi. Quiñones tenía 27 años cuando murió y fue ascendido de manera póstuma a capitán.

En la segunda mitad del siglo pasado las tiendas eran pequeñas en los alrededores del óvalo Gutiérrez y se asomaban discretos el cine Alcázar y el supermercado Wong. La vida parecía ser menos caótica entre Miraflores y San Isidro. Aldo Mantovani, arquitecto y docente universitario, vivió en esta zona durante su infancia y recuerda aquel monumento.

“El centro del parque tuvo varios años una escultura de Baca Rossi, un monumento a Quiñones. Cuando hicieron el estacionamiento lo sacaron”, contó a este Diario. Y es que a finales de la década de los 90s la renovación del óvalo también incluyó la construcción de un estacionamiento subterráneo. Una foto del Archivo de El Comercio muestra cómo era el óvalo Gutiérrez en el año 1995, con el monumento en la parte central y rodeado de flores.

–A varios kilómetros del óvalo–

¿Qué pasó con esta escultura? ¿Dónde se encuentra ahora? Iniciamos la búsqueda del monumento trabajado por el famoso artista, autor de otras esculturas que retratan a Haya de la Torre, Micaela Bastidas, Túpac Amaru, Basadre, Chabuca Granda y el pensativo César Vallejo que observa el jirón Huancavelica, frente al Teatro Segura, en el centro histórico.

Esta exploración nos llevó hasta el distrito de La Molina, en una pequeña arboleda municipal que lleva el nombre de “Parque héroes de la FAP”, cerca del cementerio La Planicie. La zona es silenciosa pero la gran cantidad de árboles no logran ocultar la escultura plateada y de gran tamaño. Por donde se mire parece retorcerse a la vez que se eleva hacia el cielo y toma la forma de un ala.

Fuentes de la FAP y del municipio de La Molina confirmaron que se trata de la misma figura. En la parte posterior lleva grabada la firma de Baca Rossi con la fecha 7 de setiembre de 1978. El parque donde ahora se encuentra fue inaugurado en julio de 1999, como “homenaje a los peruanos que ofrendaron su vida por la patria”. La escultura se ubica a unos 12 kilómetros de su anterior lugar.

Retratista

• Miguel Baca Rossi nació el 30 de abril de 1917 en Chiclayo (Lambayeque). Estudió medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos pero su vocación artística lo llevó a seguir escultura en Bellas Artes, institución que dirigió entre 1983 y 1985. Su gran carrera comenzó en 1944 con dos obras en Chiclayo. Unos años más tarde, en Lima, realizaría otras esculturas entre las que destacan la estatua a César Vallejo, José Carlos Mariátegui, Simón Bolivar y Santa Rosa de Lima. Falleció el 16 de noviembre del 2016.

–Un arcángel–

El 23 de marzo de 1998 llegó el arcángel San Miguel a Miraflores. La figura fue trabajada por otro destacado y joven escultor: el artista cajamarquino Huberto Hoyos. El Archivo de El Comercio tiene registrado en fotografías la instalación de esta efigie en lo alto del pilar central del óvalo Gutiérrez, mediante una serie de cuerdas y poleas. La escultura de unos tres metros de altura fue trabajada por más de un año hasta su forma final, inspirada en los arcángeles de la escuela cusqueña de pintura.

La recepción tuvo algunas críticas en su momento, informó la revista Somos aquel año: “…la opinión general es de aprobación, algunos lo aceptan con reticencias y unos pocos son francamente hostiles a él”, se menciona en la crónica. Algunas opiniones incidían en la musculatura del arcángel que desde esa fecha se encuentra a varios metros del suelo.

–En renovación–

Esta semana la municipalidad de Miraflores anunció un nuevo plan para remodelar el óvalo Gutiérrez, con la finalidad de peatonalizar la plaza central y darle acceso a las personas. El proyecto propone cambiar la geometría vial de la zona en ocho meses. Carlos Ramírez Alzamora, gerente de Desarrollo Urbano de Miraflores, informó a El Comercio que esta obra también permitirá tener una conexión con la huaca Pucllana, ubicada a solo dos cuadras, lo que estaba previsto desde 1940.

La obra será financiada por la empresa Los Portales, que administra el estacionamiento subterráneo en el óvalo. Solo el proyecto tendría un costo entre S/8 millones y S/10 millones.

El municipio que una de las primeras acciones será demoler algunas de las antiguas construcciones ubicadas en medio del óvalo. El Arcángel San Miguel, monumento colocado en la parte central del lugar, será trasladado para asegurar una mejor conservación.