Era miércoles y la rutina de la pareja Miró Quesada iba a repetirse: almorzar en el Club Nacional al promediar las dos de la tarde. Poco antes de la hora pactada, el director de El Comercio y su esposa, María Laos, caminaban desde el Hotel Bolívar hacia su destino, sin saber que estarían dando sus últimos pasos.
Por la espalda de ambos, el joven aprista Carlos Steer Lafont disparó cinco veces contra Antonio Miró Quesada y otras dos ante su esposa, mientras la dama se enfrentaba al asesino, sacrificándose en un intento de salvar a su marido. Era el 15 de mayo de 1935.
88 años después, la historia de María Laos permanece viva e inmortalizada en la estatua que se erigió décadas atrás en el Centro de Lima, en la Plazuela de San Marcelo. En el cruce de la avenida Emancipación y el Jirón Rufino Torrico, la escultura de la mujer se acompaña de una placa que dicta “la nación a María Laos como reconocimiento público al sacrificio de su vida, que traduce las virtudes de la mujer peruana”.
Proyecto de restauración
Desde el 2019, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) viene realizando la restauración de todas las esculturas públicas del Centro de Lima. Esto se viene ejecutando por medio del Programa para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (ProLima) en el marco del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima. Luis Martín Bogdanovich, gerente de ProLima, contó a El Comercio que ya se han entregado más de 70 esculturas renovadas.
El gerente de ProLima destacó que este martes 19 se entregó la estatua de María Laos, original de bronce y posada sobre una base de mármol. Fue una obra del escultor peruano Carlos Pazos Gandarillas (1894-1983), inaugurada el 15 de mayo de 1952 -diecisiete años luego de su asesinato- al lado de la casona Pedro Beltrán Espantoso, director del diario La Prensa y exministro del Ministerio de Hacienda. Los cimientos de dicha vivienda fueron destruidos para la construcción de la avenida Emancipación.
Bogdanovich hizo hincapié en que los trabajos realizados no son de mantenimiento, sino que se restauran las obras en concordancia con sus características originales. “En el caso de María Laos, lo que se ha hecho es retirar todas las capas de pintura que cubrían el bronce, un trabajo muy delicado. Además, se ha hecho nuevamente el pedestal, porque en el que se encontró la escultura era uno moderno [no el original]”, sostuvo. La nueva base se ha hecho siguiendo “fielmente” las características del inicial.
El vocero explicó que, durante años, la escultura de María Laos fue intervenida con pintura. Al oxidarse el bronce -sostuvo Bogdanovich-, se le pintaba con pintura negra, generando las capas que han sido retiradas por el equipo especializado. “Hasta antes del Plan Maestro, las esculturas no se restauraban”, añadió. Asimismo, reveló que se ha realizado la renovación de las bancas que acompañan la Plazuela y -por medio de un inversionista privado- se restaurará la casona ubicada en el lugar. Por último, Bogdanovich contó que ya se prevé la restauración del suelo de la plazuela, con piedra de granito. El proyecto ya se ha presentado el Ministerio de Cultura.
Así se recibió la escultura en 1952
Al mediodía del 15 de mayo de 1952 se reunieron decenas de personas en la Plazuela de San Marcelo, asistiendo a la develación de la figura de Laos Miró Quesada. Fue Manuel Miró Quesada Laos, acompañado del alcalde de Lima, Eduardo Dibós Dammert, quien descorrió la mantilla que cubría la obra.
“En esta plaza se levanta el monumento a la señora María Laos de Miró Quesada, como símbolo del amor conyugal más puro y de la esposa mártir y abnegada”, sostuvo aquella vez el diputado José Antonio Parra del Riego, autor de la Ley 11642 que se publicó como reconocimiento público al sacrificio de la vida de María Laos.