En el 2014, cuando el talk show médico Dr. TV se encontraba en pleno pico de su popularidad y era casi un programa de devoción entre las familias peruanas, el médico Augusto Cáceres fue invitado estelar en al menos siete programas. Con temas como el robot que trasplantaba cabello, técnicas para evitar el acné o el procedimiento para levantar glúteos, Cáceres era consultado en programas de radio y televisión. Un caserito en la televisión de señal abierta y no solo ahí. ¿Cómo el indiscutible especialista en cuidado del cabello y la piel se convirtió años más tarde en el alcalde del distrito más rico del país?
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La carrera política de Augusto Cáceres es reciente. A diferencia de los más de 30 años de experiencia en la medicina, hace dos años incursionó en un cargo de elección popular.
El 7 de octubre de 2018, ganó las elecciones municipales para San Isidro con el partido Acción Popular. Obtuvo el 39,08% de los votos válidos, superando por casi 25 puntos porcentuales a Víctor Hugo Bazán, de Somos Perú. Ocho meses después, el 6 de junio del año pasado, se afilió oficialmente al partido, de acuerdo con el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Cáceres nació en el distrito de Pueblo Libre el 6 de julio de 1953. Egresó de la Facultad de Medicina de San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y luego se volcó a la medicina estética. Fue especialista de la Clínica del Cabello y la Piel, para luego ser dueño del centro médico que lleva su nombre. Según la propia biografía publicada en la web de la municipalidad, tuvo experiencia como dirigente estudiantil y en el año 2005 publicó el libro “Yo creo en el Perú. Una perspectiva desde el laberinto”, que, de acuerdo con él mismo, “resume mi pensamiento, opinión y propuestas en el afán de construir identidad y converger hacia el desarrollo nacional”.
Su relación con Acción Popular empezó poco antes, cuando fue invitado por Fernando Aguilar, secretario del partido en San Isidro, para participar en las elecciones internas del año 2018. Hasta entonces, Cáceres había sido presidente de la junta vecinal del sector 2-7 de dicho distrito. “Lo conocía como alguien que se interesaba en temas vecinales y compartíamos visiones sobre cómo debía ser una alcaldía. Además, tuvimos una actitud confrontacional con la gestión de Manuel Velarde, que para nosotros era negativa”, explica Aguilar a El Comercio.
Otras fuentes del partido de la lampa agregan que uno de los factores que contribuyeron a que ganara las primarias fue que su competidor era Luis Alfonso Morey, quien proponía un muro alrededor del distrito y que finamente postuló por Unión por el Perú.
Ya en la candidatura oficial para las elecciones municipales, Cáceres tuvo un amplio respaldo. De acuerdo con Aguilar, eso se debió a una “campaña puerta por puerta” en la que la participación de Jorge Muñoz como candidato al sillón metropolitano fue un adicional. “El arrastre de Muñoz fue complementario, nosotros ya teníamos ganadas las elecciones. El arrastre sí ayudó, pero solo a ampliar la diferencia”, agrega.
“Una nueva generación”
En su primera semana como alcalde electo, 15 de octubre de 2018, Cáceres brindó una entrevista a El Comercio y mencionó las prioridades para sus 100 primeros días de gestión: concertar con los presidentes y delegados vecinales, simplificar los trámites administrativos, reparar pistas, veredas y señalética, e iniciar una auditoría a la municipalidad.
Precisamente, los conflictos con la anterior gestión han sido de los puntos más controversiales de su administración: canceló un acuerdo que declaraba de interés público el sistema de bicicletas por alquiler, tuvo discrepancias sobre el terreno que su antecesor había destinado para el cuartel de los bomberos e incluso borró un mural de arte shipibo-konibo ubicado en la Casa de Encuentro Vecinal.
El exalcalde llama a estas decisiones “un intento por desmantelar todo lo que hice en mi gestión”. Pero Cáceres asegura que cada acción tuvo un motivo: “Manuel Velarde está sujeto a una investigación fiscal por ese contrato de bicicletas. Sobre los artistas shipibos, el exalcalde tiene una responsabilidad grave porque se pintó en un muro alquilado que tuvimos que devolver, ahora les daremos nuevos murales en locales propios”, sostiene.
La más reciente polémica gira en torno al parque ecológico, obra que complementa el recientemente inaugurado – sin presencia del controversial burgomaestre– puente que une Miraflores y San Isidro. Según el alcalde, en unos 30 días el espacio será abierto con una ciclosenda ecoamigable.
Entonces, ¿de dónde vienen las quejas? Cáceres le pone nombre y apellido a su respuesta: una campaña de desprestigio por parte del alcalde de Miraflores, Luis Molina.
“Yo pertenezco a una nueva generación de políticos que ha venido a cambiar la política peruana. Con este cambio de política, con personas transparentes que tenemos una trayectoria de vida personal y profesional de la que nos enorgullecemos, no nos sentimos amenazados con nada porque a nosotros nos defiende la verdad. Ellos son parte de un viejo orden de políticos que deben desaparecer”, enfatiza en una entrevista telefónica con este Diario el último miércoles. Ese mismo día, unos 100 comerciantes lo denunciaban por dejarlos sin trabajo al demoler el mercado de San Isidro. Cáceres también tuvo respuesta para eso: problemas estructurales en el centro de abastos, un nuevo proyecto, mala actitud de los comerciantes. Sus descargos, otra vez, tuvieron nombre de terceros.