Yasmin Rosas

Octubre significa encontrarse con el de todas las formas posibles, en cualquier momento y lugar, y esa consigna la tienen muy en claro los miles de fieles que desde inicios de este mes se han dado cita dentro y fuera del templo de para construir espacios de reflexión y oración que los acerquen aún más al Cristo Morado.

Señor de los Milagros: devotos podrán ingresar a la iglesia Las Nazarenas para ver al Cristo de Pachacamilla

Desde hoy, 10 de octubre, uno de estos lugares de encuentro será el salón de andas del recinto ubicado en la avenida Tacna, en el Cercado de Lima, donde se exhibirá la sagrada imagen hasta el último día de este mes.

Detrás de la gran noticia que genera expectativa entre los feligreses, hay un grupo de personas que, tras poco más de 700 días de pausa, ha retomado la titánica labor de alistar al Señor de los Milagros para que se reencuentre con sus fieles.

Ayer, sábado nueve de octubre, los devotos pudieron ver las andas tras la breve ceremonia oficiada en el recinto. Durante la mañana, las puertas de Las Nazarenas, que dan hacia la Av. Tacna, se abrieron para el ansiado encuentro. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
Ayer, sábado nueve de octubre, los devotos pudieron ver las andas tras la breve ceremonia oficiada en el recinto. Durante la mañana, las puertas de Las Nazarenas, que dan hacia la Av. Tacna, se abrieron para el ansiado encuentro. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)

Todo comienza con los llamados patrones de las andas, un grupo de cinco personas formado por dos subpatrones y tres adjuntos. Ellos empiezan sus labores incluso algunos días antes del tradicional mes morado. Entre otras cosas, se encargan de reunir, limpiar y armar las piezas de las andas. Además, el patrón de andas es el encargado de representar a las madres y cuidar la imagen del Cristo de Pachacamilla cuando este se encuentra recorriendo las calles de la ciudad. “Es una tarea de la casa. Por la misma naturaleza del monasterio, que es de clausura, estas labores se hacen con total discreción”, dice a El Comercio José Antonio Vallarino, patrón de andas desde hace 32 años.

Agrega: “Estamos haciendo la procesión al revés. En vez de que el Señor salga a las calles a buscar a sus fieles, esta vez él está pidiendo a sus fieles que vengan a su casa a saludarlo. Eso es lo que tenemos que hacer, venir a la casa del Señor, agradecerle, pedirle y conversar con él en un diálogo personal y honesto”.

Durante la ceremonia del sábado en la iglesia Las Nazarenas, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, presentó hoy la imagen del Señor de Los Milagros. Además, exhortó a la población promover la unión y respeto entre los peruanos para lograr el avance de nuestro país. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
Durante la ceremonia del sábado en la iglesia Las Nazarenas, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, presentó hoy la imagen del Señor de Los Milagros. Además, exhortó a la población promover la unión y respeto entre los peruanos para lograr el avance de nuestro país. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)

Detalles de fe

Además de las andas, se deben preparar las joyas que llevará el Señor de los Milagros y verificar que los lienzos estén en buen estado. De eso se encargan María Rosa Álvarez Calderón, Liliana Canessa y Paula Silva (ver foto). Gracias a la labor de estas tres mujeres y al equipo de profesionales que trabaja en el Museo del Señor de los Milagros, se han podido recuperar piezas históricas, joyas y un sinfín de obsequios que fieles y autoridades han regalado al Cristo como muestra de respeto y agradecimiento. “El Señor de los Milagros tiene mucha historia. Es un símbolo de tradición y de fe con el que se identifica gran parte de la población”, señala Liliana Canessa, directora del museo.

Mezcla de fe, historia y tradición. María Rosa Álvarez Calderón, Liliana Canessa y Paula Silva trabajan con el museo del Señor de los Milagros. Cada octubre, ellas velan para que el lienzo que ven los devotos, así como las joyas y otras piezas representativas de las andas estén bien conservados. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
Mezcla de fe, historia y tradición. María Rosa Álvarez Calderón, Liliana Canessa y Paula Silva trabajan con el museo del Señor de los Milagros. Cada octubre, ellas velan para que el lienzo que ven los devotos, así como las joyas y otras piezas representativas de las andas estén bien conservados. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)

Otro grupo que tiene un rol importante para que todo esto sea posible son los Caballeros del Señor de los Milagros (ver imagen), que ahora cuidan las entradas de la iglesia, verifican la señalética del templo y hacen cumplir a cabalidad los protocolos de bioseguridad como son el uso de doble mascarilla, la correcta desinfección de manos y el distanciamiento social dentro de Las Nazarenas.

Óscar Torres, líder del grupo y hombre que tiene más de cuarenta años acompañando muy de cerca al Cristo Moreno, reflexiona: “Es impresionante cada caso, cada persona que llega aquí en busca de alivio y fortaleza. Nosotros trabajamos por ellos, para mantenernos a todos cerca de nuestro Cristo Morado. Nuestra labor principal es amar y servir al Señor, a las madres nazarenas y a su casa con toda nuestra fe y devoción. A todos les digo: ‘No hay que perder la fe, hay que aferrarnos a ella y cuidarnos, todo va a salir bien’”.

Caballeros que velan por cada detalle. El lema de este grupo de 65 hombres es amar y servir. Óscar Torres (tercero de la izq.), quien los lidera, señala que desde siempre se han dedicado a velar por la logística durante los recorridos del Cristo de Pachacamilla. Este año resguardan el templo y a sus fieles. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
Caballeros que velan por cada detalle. El lema de este grupo de 65 hombres es amar y servir. Óscar Torres (tercero de la izq.), quien los lidera, señala que desde siempre se han dedicado a velar por la logística durante los recorridos del Cristo de Pachacamilla. Este año resguardan el templo y a sus fieles. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)

Acortan distancia

Jorge Torreblanca, encargado de Nazarenas TV y subpatrón de andas, cuenta que en el último año y medio la iglesia de Las Nazarenas ha tenido el reto de pasar las celebraciones presenciales a la virtualidad. “Los fieles del Señor están por todo el mundo. Hay que difundir la fe”, dice.

Tanto ha sido el éxito del canal de Facebook que se han realizado entrevistas y enlaces con hermandades de Japón, Canadá, Australia y países de Europa. Además, fue el único medio por el cual los fieles se pudieron conectar con el Cristo Morado, ya que el templo cerró sus puertas debido a la pandemia del coronavirus.

“Nuestra fe, creencia y devoción es lo que nos motiva a entregarnos al servicio del Señor de los Milagros. Es Él quien nos aglutina y convoca", señala Alfredo Amesti, capellán de la iglesia de Las Nazarenas. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
“Nuestra fe, creencia y devoción es lo que nos motiva a entregarnos al servicio del Señor de los Milagros. Es Él quien nos aglutina y convoca", señala Alfredo Amesti, capellán de la iglesia de Las Nazarenas. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)

La última procesión del Cristo de Pachacamilla ocurrió en noviembre del 2019.

En esta labor también lo acompaña Alfredo Amesti, capellán de la iglesia de Las Nazarenas, quien sostiene que a través de las misas virtuales se ha llevado aliento y amor a los hogares. “Nuestra fe, creencia y devoción es lo que nos motiva a entregarnos al servicio del Señor de los Milagros. Es él quien nos convoca”, dice.

El sentimiento que alimenta la vocación de estas personas es el mismo de otros miles de fieles que durante este mes rinden homenaje al Cristo de todos los peruanos.

Espacio íntimo de reflexión. Desde las 7:00 a.m., los fieles ingresan a Las Nazarenas para orar, agradecer, hacer peticiones y recibir bendiciones. La devoción y el respeto hacia la sagrada imagen se expresan a través de innumerables gestos, acciones y sentimientos. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
Espacio íntimo de reflexión. Desde las 7:00 a.m., los fieles ingresan a Las Nazarenas para orar, agradecer, hacer peticiones y recibir bendiciones. La devoción y el respeto hacia la sagrada imagen se expresan a través de innumerables gestos, acciones y sentimientos. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
Cercanía entre el Señor y sus devotos. Cada espacio fuera o dentro del templo sirve para transportar a los fieles a espacios de oración y reflexión. Con el paso de los días, más personas continúan llegando hasta las puertas del santuario para prender velas, dejar flores y hacer plegarias. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)
Cercanía entre el Señor y sus devotos. Cada espacio fuera o dentro del templo sirve para transportar a los fieles a espacios de oración y reflexión. Con el paso de los días, más personas continúan llegando hasta las puertas del santuario para prender velas, dejar flores y hacer plegarias. (Foto: Francisco Rodríguez/ El Comercio)

Programa del mes

  • El santuario permanecerá abierto todos los días, hasta el 31 de octubre, desde las 7:30 a.m. hasta las 6:00 p.m.
  • Las misas presenciales se oficiarán, según el programa, desde las 7 a.m. hasta las 5:30 p.m. y el aforo permitido será de 100 personas. La liturgia virtual también se puede seguir a través de Facebook en el canal Nazarenas TV.
  • El 18 y 28 de octubre la misa será celebrada a las 9:00 a.m. por el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo Mattasoglio, y sus obispos auxiliares.

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