Gringo es el agente canino que custodia a los bañistas de Agua Dulce, en Chorrillos, la playa más visitada de la Costa Verde. Es un labrador de 6 años y medio, que lleva cinco veranos con la Unidad de Salvataje de la PNP. Según el comandante Henry Chingay, exjefe de la unidad, es capaz de remolcar del mar a una persona que le triplique su peso.
Como todo policía, trabaja un día sí, un día no. Su jornada inicia a las 8 de la mañana. A mediodía vuelve a la dependencia para almorzar. Los agentes le sirven su alimento balanceado y luego le echan unas cremas para rehidratar su piel.
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Llegó a la PNP de casualidad. “Un compañero con el que estaba haciendo el curso de la Unidad Canina se había quedado sin perro y andaba preocupado porque no podía hacer el curso sin un can. Un día que estaba en el patio de la unidad vio ingresar un labrador. ‘¡Qué bonito perro!’, dijo y lo llamó. El perro le movió la cola. No tenía collar ni nada que lo identificara”, cuenta un técnico de la PNP.
Tampoco había ningún dueño. Gringo, como lo bautizaron ellos, estaba muy bien alimentado y tenía instinto de presa y caza. Pasó la “prueba de admisión” y comenzó a entrenar con la Unidad Canina.
“Acabó el curso entre los primeros puestos y como nadie lo reclamó, se quedó en la institución”, dicen en la PNP.
Los consejos de Gringo
La Unidad de Salvataje ha publicado en su cuenta de Twitter un video con los “consejos” de Gringo para disfrutar del mar. “Hazle caso a las banderas, están por tu seguridad”, dice el agente canino, según la traducción de sus colegas humanos.
El agente canino recomienda a los bañistas que al llegar a una playa se fijen en el color de la bandera. Si es verde significa que el mar está tranquilo y uno puede bañarse sin mayores inconvenientes. Una bandera amarilla sugiere ingresar con mucha precaución. La roja significa que es peligroso bañarse en el mar y uno no debería ingresar por ningún motivo.