Evelyn Páucar le habría contado a la policía que estaba harta de las amenazas que recibía de una mujer.
Evelyn Páucar le habría contado a la policía que estaba harta de las amenazas que recibía de una mujer.
Ana Briceño

En una sala de la Morgue Central de Lima, Rubén Condori vistió con delicadeza a sus tres hijos muertos y los colocó en cajones blancos. Cuando acabó, elevó la mirada al techo y se echó a llorar como un niño.

“Lo menos que deseo ahorita es hablar con periodistas”, nos dijo cortante, la tarde de ayer, en el velorio de los menores de 5, 3 y 1 año.
Condori, quien trabaja en un taller de mecánica automotriz, se enteró el martes por la mañana de que la mamá de los niños, Evelyn Páucar –20 años menor que él y de quien decía estaba “plenamente enamorado”– los había asesinado dándoles ansiolíticos y haciéndoles profundos cortes con un cuchillo en sus muñecas y brazos.

Ella intentó suicidarse de la misma manera, pero no pudo. Había perdido fuerzas por la cantidad de sedantes que tomó, según los policías.

Victoria Cárdenas, madre de Evelyn, dice llorosa: “Tuve que tocar la puerta [del departamento en Ate, donde vivía Evelyn] varias veces para que me abra. Parecía que estaba borracha, se caía. Se fue al cuarto de los niños y vi que los tres estaban echaditos en una cama. Cuando los destapé, me di cuenta de que estaban muertos. No lo pude creer. Ella nunca habló de quitarse la vida. Amaba a sus hijos”.

No es la única que destaca las cualidades de madre que tenía la joven de 25 años. “No tenía descuidados a sus hijos, para ella no eran un estorbo. No era una chica de fiestas ni de tomar. Era más bien tranquila y humilde”, dice la mamá de una de las amigas de Evelyn, quien prefiere no dar su nombre.

–Relación problemática–
Evelyn y Rubén no estaban casados. Se conocieron en una reunión y trabajaron juntos en el taller de mecánica. Ella era una asistente y él la conquistó con regalos e invitaciones a cenar.

“Quería que sus hijitos crezcan para poder estudiar, ya sea Periodismo o Economía. Salió embarazada muy joven”, recuerda el padre de Evelyn, Alfredo Páucar, quien ayer llegó hasta el Departamento de Investigación Criminal de Ate para entregarle un par de zapatillas.
“No me ha dicho nada, está como ida. Jamás pensé que esto sucedería en mi familia. Solo días atrás le había comprado un piano a la mayorcita”, comenta con la cabeza gacha.

El problema con Rubén, de acuerdo con las indagaciones de la policía, era que él tenía una pareja y dos hijos cuando empezó a salir con Evelyn. Él no habría puesto fin a esa primera relación. “Ella lo aceptó igual. Tuvieron sus hijos, él pagaba el departamento y era buen padre. Le prometía que iba a terminar con su esposa”, afirman los amigos de la joven, quien hoy sería encarcelada en un penal.

La mamá de Evelyn asegura que su hija era acosada y amenazada con llamadas que hacía la “primera esposa de Rubén”. La situación se agravó hace tres semanas. “Esa mujer fue hasta el departamento de Ate a decirle a Evelyn que se aleje de él. Mi hija fue a denunciarla a la comisaría, pero no le hicieron caso, entonces fue a la fiscalía. Ella intentó separarse varias veces de Rubén, pero él no la dejó”, asegura.
El domingo, Evelyn llamó varias veces a su pareja, pero él no le habría respondido el teléfono. “Está con ella”, le aseguró a su mamá. No se sabe si ese mismo día planeó asesinar a sus hijos. A la policía le declaró que estaba aturdida por las amenazas. Ayer, cuando vio a su madre, solo atinó a decirle: “Dile a Rubén que venga a verme”.

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