Nueve peruanos fueron sentenciados por el envío de más de una tonelada de droga del cartel de Sinaloa

Luego de tres años de su fuga del país, un video inédito obtenido por este Diario revela la identidad del capo mexicano José Manuel Ríos Pérez, conocido como “Charro”, representante del cartel de Sinaloa en el Perú. Él dejó suelo peruano un día antes que se produjera la intervención policial.

Las imágenes corresponden al 16 de octubre de 2017. En estas se aprecia con un polo turquesa al mexicano José Ríos, ordenando al operador de un montacargas subir 42 tubos sintéticos de color negro en un contenedor. En ocho de ellos había acondicionado 1.354 kilos de clorhidrato de cocaína.

En el video también se aprecia al cómplice del mexicano, el ciudadano brasileño Nelson Dobbins Rebello, quien ese día vestía un polo negro, conversando con el dueño del almacén. Al día siguiente, Dobbins fue detenido con la ilegal mercancía. Actualmente se encuentra recluido en el penal de Piedras Gordas, en Ancón, afrontando una acusación penal por el delito de tráfico ilícito de drogas, que lo podría llevar a 15 años de prisión. SU plazo de detención preventiva acaba el 16 de abril.

El video de 30 segundos de duración fue registrado por una pareja de policías del grupo Orión de la Dirección Antidrogas (Dirandro), quienes arriesgando su vida, se infiltraron en la organización criminal, registraron el minuto a minuto de la ruta que siguió el contenedor que fue cargado con la ilegal mercancía en un almacén ubicado en la Asociación Agropecuaria Sumac Pacha, en el distrito de Lurín, y luego trasladado al terminal portuario del Callao, donde fue incautado.

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Guardaron silencio

El 9 de marzo, el Juzgado Penal Colegiado Nacional Permanente, presidido por el juez Guillermo Huamán, dio inicio al juicio oral, de pronto se escuchó un inusual pedido de parte de un grupo abogados, sus clientes habían decidido someterse al proceso de terminación anticipada, por lo que la audiencia fue suspendida.

El magistrado Erasmo Benavides Corvetta, de la Segunda Fiscalía Supraprovincial contra el Crimen Organizado a cargo de la acusación, escuchó el pedido de Julio Bardales Caruzo, Jorge Cáceres Eugenio, Wilmer Calderón Trujillo, Felix Caruzo Ordoñez, Hilder Lino Céspedes, Elmer Otárola Reátegui, Arvey Vásquez Céspedes y los hermanos Edinson y Ever Sabino Caruzo, quienes admitieron ser responsables de intentar enviar más de una tonelada de cocaína de alta pureza a México.

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El 12 de marzo, el Juez Huamán leyó la sentencia. Los nueve fueron condenados a 12 años de cárcel por el delito de tráfico ilícito de drogas. En la acusación fiscal, a la que accedió este Diario, se aprecia que estas personas que se sometieron a la terminación anticipada guardaron silencio durante los interrogatorios realizados por la policía luego de producidas las detenciones.

En la siguiente audiencia del juicio oral, el procesado Nelson Dobbins Rebello clamó inocencia por los delitos que le imputa la fiscalía. Otras tres personas que lo acompañan en el juicio que recién empieza, hicieron similares pedido al juzgado.

Cabe recordar que el 17 de octubre de 2017, policías de la Dirandro intervinieron en los almacenes del terminal portuario del Callao un contenedor identificado con la serie TCNU5961773. En su interior se halló 42 tubos sintéticos de color negro, de 11 metros de largo, de los cuales ocho estaban revestidos de clorhidrato de cocaína de alta pureza. El peso de los tubos con el alcaloide superó la tonelada.

La policía tenía especial interés en capturar al coordinador del embarque, el ciudadano brasileño Nelson Dobbins, y al químico de la organización, Hilder Lino. Este último guardó silencio durante la investigación preliminar y se acogió a la terminación anticipada. El resto de los detenidos conformaron el equipo logístico que permitió acondicionar la droga y burlar los controles aduaneros.

Según contó uno de los policías a cargo de la investigación, al momento que se inició el operativo en Lima se comunicaron con sus colegas antidrogas en México para que procedan a la detención del mexicano José Manuel Ríos Pérez, quien fue ubicado por un equipo especializado antinarcóticos. Al día siguiente, Ríos desapareció del cerco policial que se había montado en un inmueble en Iztapalapa, en el Distrito Federal.

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