Los colectiveros informales del Callao operaron durante años protegidos por la propia policía de Ventanilla. Como informó ayer El Comercio, ocho agentes de la Unidad de Tránsito PNP de este distrito fueron detenidos en una megaoperación de la Policía Nacional y la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios.
La red anulaba masivamente las papeletas de los choferes informales a cambio de pagos ilegales. Los infractores desembolsaban entre S/150 y S/200 por cada papeleta grave de hasta S/4.300 para poder eliminarla.
►#NoTePases: colectiveros eran protegidos por policías que anulaban multas
Los policías de la Unidad de Tránsito actuaban en complicidad con civiles, quienes fungían como intermediarios entre aquellos y los conductores. Se habrían beneficiado cientos de malos choferes.
Un hecho que comprueba que estos agentes estaban organizados era que utilizaban un local de lavado de autos como fachada. Está ubicado a pocos metros de la Unidad de Tránsito de la PNP en Ventanilla, en la avenida Pedro Beltrán.
A este car wash llegaban los que habían sido sancionados luego de un primer contacto con el ‘brazo civil’ de la red. El establecimiento se usaba como un ‘peaje’ que le permitía saber a los suboficiales quienes sí habían cumplido con el pago ilegal para efectuar la reducción de la multa.
Se sospecha que también habrían sido favorecidos empresarios del sector transporte, que habrían buscado ‘limpiar’ las papeletas de sus flotas.
El control y la administración del car wash se le atribuye al suboficial PNP Alí Omar Carmona Rodríguez, conocido como ‘Alí’, según registros de comunicaciones de la investigación a los que accedió El Comercio. Él y otros siete policías siguen detenidos.
—Modalidades —
Las operaciones de la red habrían tenido dos modalidades. Por un lado, se anulaba una papeleta en el sistema de sanciones o se reducía la multa imponiendo otra menor luego del pago de una coima.
Por otro lado, se cobraba cupos a choferes para que estos no sean multados. Los agentes acusados pedían dádivas a los colectivos y taxistas informales a cambio de no aplicarles papeletas o para modificar el tipo de infracción por uno menos grave.
En este caso, los infractores eran obligados a llevar su vehículo al centro de lavado de autos, ubicado en la urbanización Satélite, y dejar allí el monto de las coimas.
Bajo esta modalidad, si los colectiveros no pagaban el cupo, los suboficiales los multaban con sumas altas para obligarlos a optar por el soborno. Es decir, la misma policía de tránsito imponía la sanción y a la vez la anulaba a cambio de coimas.
Según la investigación, un cómplice llamado ‘Chamo’ coordinaba con ‘Alí’ la entrega del dinero e informaba quiénes no acudían al establecimiento.
Escuchas telefónicas y un registro fotográfico de estas actividades permitieron la ubicación y detención del comandante PNP Carlos Ortiz Parra, sindicado como cabecilla de esta red, quien hasta el 2019 se desempeñó como jefe de esta unidad policial. Él fue detenido en su vivienda en el distrito de Los Olivos.
En la operación que permitió capturar a los integrantes de esta red criminal participaron 25 fiscales y más de 300 policías.