Un policía se encuentra en la puerta el día de la tragedia en discoteca de Los Olivos. (Foto: América Noticias)
Un policía se encuentra en la puerta el día de la tragedia en discoteca de Los Olivos. (Foto: América Noticias)
Gladys Pereyra Colchado

En la escalera de la discoteca Thomas Restobar de Los Olivos quedaron zapatillas sin pares, botellas y lentes perdidos en medio de la huida. La noche del sábado 22 de agosto, por ese angosto y empinado pasaje en cuyo ancho no cabían más de dos personas, un tumulto intentó escapar de la intervención policial contra una fiesta clandestina. Doce mujeres y un hombre murieron ahí. De ellos y de los más de 100 asistentes al local, solo quedaron sus objetos abandonados en la desesperación.

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