En promedio una persona muere al día a manos de sicarios

ANA BRICEÑO

“Tíralo al piso”, “quiébralo”, “trabájalo”, “fínalo”. Las órdenes que reciben los sicarios para acabar con la vida de una persona pueden ser diferentes, pero la mayoría tiene un único móvil: la venganza o el comúnmente llamado ajuste de cuentas.

La División de Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal informó por primera vez la cifra de crímenes del sicariato. Entre enero y setiembre de este año, los sicarios asesinaron a 288 personas en el país, es decir, se ejecutó en promedio una muerte por día. La cifra es el  30% de los 972 homicidios registrados en ese lapso.

La Libertad ocupa el primer lugar con 88 asesinatos cometidos por sicarios. Le siguen Lima con 65 y Callao con 39. Según el estudio, los sicarios operan más en las provincias de Lima, Cañete, en el Callao y el distrito de San Juan de Lurigancho.

Lo preocupante es que las cifras han crecido este año en algunas regiones y aún faltan tres meses para culminar el 2014.

En el 2013, los asesinatos por encargo registrados en Lima sumaron 62, y en lo que va del año son 65, mientras que en el Callao la cifra se elevó de 32 a 39.

“En su mayoría, los sicarios son adolescentes y jóvenes entre los 14 y 25 años. Pueden matar hasta por S/.300. A veces a los menores ni siquiera les pagan. Cometen el crimen para demostrar que son valientes, como un reto para ser incluidos dentro de una organización”, refirió a El Comercio el coronel Ricardo Cano, jefe de la División de Homicidios de la policía.

¿A QUIÉNES ASESINAN?

Cano resaltó que este tipo de crímenes se producen, sobre todo, por las disputas entre mafias de construcción civil, en su afán de apoderarse de los cobros de cupos dentro de las obras.

“El 48% de los crímenes cometidos por sicarios en el Perú en este año  ocurrió por ajuste de cuentas y el 27% por enfrentamiento entre bandas. El 25% de los asesinados no tenía ocupación conocida, es decir, que estaba al margen de la ley”, refirió.

Carlos Chávez Silva, sociólogo especialista en criminología, explicó que los asesinatos por encargo son más preocupantes debido a que suelen realizarse en la vía pública, lo cual despierta más miedos y, por ello, tienen mayor exposición mediática.

Para el especialista, uno de los problemas que deben enfrentar las autoridades es la venta de armas en el mercado negro. Solo en lo que va del año la policía ha incautado 2 mil armas ilegales a empresas de seguridad en la capital.

“Cuando una persona es víctima del robo de su arma o la extravía nunca hace la  denuncia en la comisarías. Luego, esa arma aparece en manos de un delincuente e incluso de menores de edad. No hay una política para controlar el mercado ilegal de armas”, sostuvo.

El ex director general de la policía general PNP (r) Luis Montoya dijo que el sicariato crece porque  la policía no tiene acciones preventivas de Inteligencia.

Agregó que el sicariato en construcción civil debe controlarse con medidas conjuntas entre los ministerios de Interior y Trabajo, y los empresarios inmobiliarios, que son extorsionados y que no confían en la policía para denunciar los cobros.