Luego de una hora y media de tensión, los agentes de la Policía Nacional (PNP), de la Unidad de Servicios Especiales (USE) y del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) lograron controlar la revuelta que se desató en el pabellón 5 del penal de Lurigancho.
Ayer, aproximadamente a las 2:30 p.m., se alertó de un incendio en el centro penitenciario. Sin embargo, tras la entrada de los bomberos se supo que los disturbios se desataron como una medida de protesta ante los cambios de organización en el penal a consecuencia de las elecciones internas de delegados.
Unos 50 presidiarios, muchos de ellos con el rostro cubierto, subieron al techo del edificio y quemaron colchones, palos y cajas. Además, los internos lanzaron algunos objetos contundentes y rompieron vidrios.
La policía informó que alrededor de las 4:00 p.m. ya se tenía controlada la situación y muchos de los presos fueron llevados hasta uno de los patios por el personal policial.
La fiscal María Quicaño Bautista, titular de la Segunda Fiscalía de San Juan de Lurigancho, estuvo presente durante las acciones que tomaron los agentes policiales para controlar los disturbios.
Sin embargo, aun a esa hora se podía observar a algunos presos del pabellón 5 en el techo del edificio. Ellos se encontraban limpiando los restos de los colchones incinerados.
En el resto de los ambientes del penal las actividades se desarrollaron con normalidad luego de los disturbios. Pasadas las 6 p.m., los internos que participaron en la revuelta retornaron a sus celdas.
—Cambios y protestas—
Según las primeras investigaciones policiales, la reyerta la habría originado uno de los grupos que controlan el pabellón 5 tras conocerse los resultados de los comicios internos.
Carlos Fernández, representante de la Defensoría del Pueblo, confirmó a Canal N que la revuelta comenzó por “discrepancias en el nombramiento de los representantes del pabellón”. Además, explicó que no hubo considerable daño material y que el incendio fue controlado con los extintores del penal.
Alertados por la tensa situación, hasta el centro penitenciario llegaron decenas de familiares de los internos. Ellos estaban preocupados porque hace un mes y medio se suscitó un incendio dentro del penal que tuvo consecuencias fatales.
“No nos dan información y más bien nos están botando. Yo me enteré por las noticias del incendio, pero aún no sabemos qué ha ocurrido ni si mi hermano está bien”, indicó una de las familiares.
Hasta el cierre de esta edición, la policía no había reportado muertos ni heridos como consecuencia de la reyerta dentro del penal.