Como parte de la campaña #EstoyAlerta, El Comercio recorrió más de 15 comisarías de la capital y recabó testimonios sobre sus limitaciones. (Óscar Paz / El Comercio)
Como parte de la campaña #EstoyAlerta, El Comercio recorrió más de 15 comisarías de la capital y recabó testimonios sobre sus limitaciones. (Óscar Paz / El Comercio)
Oscar Paz Campuzano

Luego de que El Comercio revelara que , la Defensoría del Pueblo afirmó que la Inspectoría General de la Policía Nacional podría investigar si hay responsabilidad o negligencia detrás de esta situación.

“Las carencias logísticas son innegables, pero la policía debe tratar de prestar el mejor servicio con lo que se tiene para que el ciudadano no se vea afectado de manera tan extrema”, sostuvo el adjunto para los Derechos Humanos de la defensoría, Percy Castillo, quien calificó de grave que jurisdicciones completas se queden sin vigilancia policial.

Se deben revisar –dijo– los protocolos de coordinación que tiene la policía para que si una comisaría se queda sin patrulleros pueda recibir auxilio inmediato de dependencias cercanas o de otras unidades como los escuadrones de emergencia.

“Puede haber una responsabilidad legal en la medida en que no se hayan agotado todos los esfuerzos por cubrir las necesidades de una comisaría [que se quedó sin patrulleros por las diligencias]. Pero eso debe establecerse. Si hay negligencia total, sí habría algún tipo de responsabilidad”, indicó Castillo.

El Comercio publicó los testimonios anónimos de varios comisarios de la capital quienes, entre otras cosas, contaron que sus dependencias se quedan hasta 12 horas al día sin patrullar, porque sus escasos policías y vehículos terminan fuera de sus territorios cumpliendo diligencias en la fiscalía o en los centros de dosaje etílico.

“Es absurdo que vehículos patrulleros como las camionetas SsangYong, que tienen un costoso equipamiento de US$20 mil, se usen para llevar a personas en estado de ebriedad a pasar dosaje etílico en vez de estar patrullando”, opinó Ricardo Valdés, viceministro de Seguridad Pública del Ministerio del Interior (Mininter) durante el gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski.

Según sostuvo, en el 2016, iniciaron el proceso de alquiler de 900 patrulleros para las comisarías de la capital que la actual gestión del ministro Carlos Morán concretó. Valdés explica que la idea es que, al ser vehículos con equipamiento básico, sirvan para patrullaje, pero también para cubrir las diligencias diarias de las comisarías de modo que los patrulleros mejor equipados se dediquen a la custodia policial.

—Régimen policial—

Los comisarios también contaron que, por disposición de su comando, los agentes asignados a la labor de patrullaje trabajan unas 22 horas. Solo regresan a la comisaría para almorzar, cenar o si alguna diligencia lo requiere. Sobre el tema, Valdés opinó que el problema radica en el 24x24, uno de los tantos regímenes laborales de la policía que consiste en trabajar un día y al siguiente estar de franco.

“El 24x24 es un espejismo, porque no hay forma de que un ser humano trabaje 24 horas seguidas interdiarias”, dijo el exviceministro, quien plantea retomar para las comisarías el régimen servicio-franco-retén.

Con esta modalidad, los agentes trabajarían 12 horas rotando en turnos a lo largo de la semana. Es un régimen más descansado, pero que requiere de una mayor disponibilidad de policías, explicó Valdés.

En su gestión se discutió el tema, pero no llegó a materializarse por falta de recursos. El plan era –afirmó– que al 2019 pudiera comenzar a implementarse. No ha pasado hasta hoy.

Es un tema que dentro de la policía tiene posiciones encontradas. Algunos sectores están a favor de un régimen que ofrezca mayor descanso a los policías; mientras que otros prefieren continuar con el 24x24, ya que este permite a los uniformados disponer de un franco mensual acumulado de 15 días, que generalmente usan para dar servicios privados de seguridad.

Contenido sugerido

Contenido GEC