La historia de una caravana de ‘ambulantes móviles’, un brazo mayorista de más poder adquisitivo que los ambulantes de venta al paso, ha generado preocupación en el alcalde de La Victoria, George Forsyth. Esta red opera protegida por sujetos que amenazan a quienes los enfrentan, generan tráfico en más de ocho manzanas a la redonda, impidiendo el distanciamiento de personas. Todo esto ocurre mientras las autoridades no concretan alternativas para los 35 mil pequeños comerciantes.
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-Alcalde Forsyth, si bien el gobierno central no define una solución concreta al problema de la informalidad en el país, el desorden ha empeorado en La Victoria, un distrito de menos de 9 kilómetros cuadrados, y no se escuchan autocríticas ni propuestas desde de la misma municipalidad que usted lidera.
Hemos ordenado el comercio ambulatorio, el año pasado y este mismo año. Lo que quedaba por solucionar era La Parada. Ellos ya tienen un local con el contrato y con las llaves en Santa Anita, en la tierra prometida. Pero esto ya es una problemática de Lima porque es un terreno de Lima. Ordenamos la totalidad de La Victoria. ¿Qué es lo que pasó después? El gobierno central dictamina el Estado de Emergencia. A consecuencia de eso, todos los comerciantes se volcaron a nuestras calles. Esto no es un problema distrital, porque el 90% de los comerciantes que llegan aquí son de otro distrito.
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-Pero ocupan su propio distrito, alcalde. Alguna respuesta municipal debe haber.
Ocupan La Victoria, pero esto es un tema metropolitano. Porque vienen de todo Lima y ocupan nuestro distrito. Es un problema de toda la capital, pero por las características de La Victoria ellos se volcaron aquí, porque somos un distrito comercial. La Victoria está pagando los platos rotos de toda la cuarentena, tras la decisión del gobierno central. El Estado me dice: “Consígueles un local”. Yo ya lo conseguí. Se llama Gamarra, tengo más de 300 galerías. ¿Tengo que inventar un parque? Luego el Estado dice que no pueden trabajar porque está prohibido. Yo tengo hoy 5 mil puestos gratis para los que necesiten trabajar entre 6 meses y 2 años, pero si yo se los doy, me critican porque está prohibido que abran. La prioridad ahora es evitar contagios. Esta gente está acá y va a seguir trabajando porque necesitan llevar comida a su casa, porque si no, nadie sobrevive.
-Ahora, en paralelo al negocio informal de los pequeños ambulantes, hay otro sector de mayor poder adquisitivo, que se adueña de las calles repartiendo mercadería en modernas camionetas, protegidos por sujetos que amenazan a quienes los enfrentan y organizados para evadir los controles policiales. ¿Cómo se meten 280 camionetas a un pequeño distrito sin que la municipalidad pueda sacarlos?
El control vehicular, igual que cualquier delito de mafias o de comercialización de drogas, es una función de la policía nacional. El serenazgo no puede detener a nadie. Nosotros no podemos intervenir un carro en la vía pública, a no ser que esté mal estacionado.
-Pero ellos precisamente ocupan carriles enteros, mal estacionados, de manera rotativa por todo el distrito, generando tráfico en varias manzanas enteras de La Victoria, impidiendo el distanciamiento social y creando un ambiente de potenciales contagios.
No nos corresponde. Eso es policía de tránsito. Si están en la vía pública, en la calle, es un tema de la policía de tránsito. Nosotros no podemos poner papeletas, es ilegal. Si estás mal estacionado, solo te puedo intervenir cuando el chofer no está dentro del carro. Si está sentado en el asiento del chofer, yo no lo puedo remolcar, no le puedo meter la grúa. Solo la policía de tránsito lo puede multar. Entonces, vuelvo a decirlo: las normas en el Perú están hechas para el informal.
-¿Cuántas veces se ha reunido con la policía para poder remolcar estas camionetas? ¿Se ha hecho un trabajo de ‘plaqueo’ de unidades, para conocer a los propietarios?
A diario. Las reuniones con la policía son a diario.
-¿Quiénes lideran esta red de camionetas ambulantes?
Si nosotros ya tenemos Gamarra controlado por la cuarentena, y la policía y el Ejercito lo tienen cerrado, ¿de dónde salen todos estos productos? Esa es la pregunta. Nos damos cuenta que han entrado más de 33 millones de prendas chinas en pleno estado de emergencia, y esto se puede ver en el registro de importaciones. Estas galerías (importadoras) están en el centro de Lima: El Zapatón, Montevideo. Al no abrir nuestros locales de La Victoria, al tener Gamarra congelado, en toda la campaña de invierno, el Día de la Madre y el Día del Padre, quienes han ganado han sido los chinos con sus ventas. Estas camionetas son de los importadores y de los dueños de estas galerías chinas (del centro de Lima), que aprovechando la pandemia y la informalidad, se han hecho mucho más ricos de lo que eran, a costa de la salud de todos los ciudadanos.
-Tienen a personas que los protegen. Hemos estado vigilados y amenazados. La aparición de estas camionetas ocurre días después de que sale en libertad Elías Cuba, ex alcalde de La Victoria investigado por sus vínculos con una mafia de cobro de cupos que lotizaba la vía pública de Gamarra.
Sí, comprenderán que eso ya implica una investigación que está llevando a cabo la policía, junto a la fiscalía, pero yo te puedo asegurar algo: el tema de las mafias en La Victoria no es un cuento. Muchos dicen que es una broma, pero no, no es un cuento.
-Este sujeto de la imagen inferior amenazó a un camarógrafo de El Comercio mientras informaba sobre el caos que se vive en las calles Bausate y Meza, Sebastián Barranca, Luna Pizarro, Grau, México y Parinacochas:
-No se trata solo de una pequeña flota de camionetas, sino toda una red de informales móviles muy organizada para evadir los controles municipales y policiales. Repletan estos amplios vehículos de mercadería y dan vueltas en caravana. Siempre tienen vigilantes cerca, como el que amenazó a nuestro equipo.
Yo por algo tengo que andar con chaleco antibalas y siete personas atrás mío. A ustedes mismos, los periodistas, los amenazan, porque saben que están poniendo a la vista lo que está pasando en La Victoria. Nosotros no somos policía nacional, no podemos arrestar a nadie.