Agentes de la Policía Fiscal, personal de Digesa y funcionarios de la Municipalidad de clausuraron un local en el que se elaboraban las conocidas papitas al hilo en pésimas condiciones de salubridad, según informó América Noticias.

Los fiscalizadores encontraron en la fábrica clandestina, que funcionaba cerca del cementerio de la Policía, agua empozada con moscas, máquinas oxidadas y aceite quemado. Esto representaba un serio peligro para los consumidores.

Además, el local era una bomba de tiempo, ya que los sacos de papa y otros objetos obstaculizaban la ruta de salida y la máquina en la que se freían las papas estaba cerca de una caja de electricidad.

Un funcionario del municipio de San Juan de Miraflores indicó que las papas eran lavadas y peladas en agua sucia, luego las dejaban secar en máquinas sin mantenimiento. Posteriormente, almacenaban las papas en baldes y las freían en aceite quemado.Los productos eran distribuidos en sangucherías, restaurantes y tiendas.

El local fue clausurado al no tener licencia de funcionamiento, ni certificado de Defensa Civil ni de fumigación. Los trabajadores tampoco contaban con carné de sanidad.

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