En la Av. Abancay se ubica una de las siete estaciones de monitoreo de Digesa en la que se mide la contaminación del aire. Los reportes se obtienen luego en laboratorio.
En la Av. Abancay se ubica una de las siete estaciones de monitoreo de Digesa en la que se mide la contaminación del aire. Los reportes se obtienen luego en laboratorio.
Oscar Paz Campuzano

Lima ha ido reduciendo su alto nivel de contaminación atmosférica, según mediciones de los últimos 15 años efectuadas por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa). La mala noticia es que, pese a los esfuerzos hechos hasta ahora, el aire que respiran los limeños no logra alcanzar los niveles que la norma peruana y la Organización Mundial de la Salud (OMS) califican como saludable.

Para medir el impacto de la industria y la combustión de los vehículos, se estudian unas partículas microscópicas (PM 2,5), que pueden ser de plomo, cadmio, cobre, manganeso y otros metales peligrosos. Por su diminuto tamaño, estas partículas son muy nocivas, pues se alojan con facilidad en los pulmones y pueden causar enfermedades y alergias.

En promedio, en el 2016 la contaminación por este tipo de partículas llegó a 26 microgramos por cada metro cúbico de aire (µg/m3); es decir, 46% menos de lo que se registró en el 2001 (49 µg/m3).
Aun así, el valor obtenido el año pasado es casi el doble de lo permitido en los estándares de calidad ambiental del aire (15 µg/m3), vigentes en el Perú desde el 2011.

  • 3 MILLONES de personas mueren cada año a consecuencia de la contaminación del aire en el mundo, revela la Organización Mundial de la Salud.

–Cifras históricas–
En todos estos años de mediciones, Lima llegó a su pico de polución en el 2007: 61,9 µg/m3. Luego vino una reducción escalonada hasta nuestros días.

Esta disminución estaría relacionada con la renovación de una parte del parque automotor y con el uso de gas natural y gas licuado de petróleo en vez de diésel y gasolina, opinó ayer el ingeniero Francisco Fuentes, del Área de Vigilancia de la Calidad del Aire de Digesa.
Odón Sánchez, ex director del Proyecto de Desarrollo de Medio Ambiente del Senamhi, tiene una opinión menos optimista. “No hay una tendencia clara; más bien, los contaminantes han mantenido sus niveles en los últimos cinco años”, indicó. Todo en base a la información proporcionada por las 10 estaciones del Senamhi.

Usando la medición de partículas PM 10 (un poco más grandes que las PM2,5, pero también nocivas para la salud), Sánchez dijo que Villa María del Triunfo, Carabayllo y Puente Piedra duplican el estándar nacional de 50 µg/m3.

–Acciones en la ciudad–
Jorge Huarca, asesor de la subgerencia metropolitana de Gestión Ambiental de Lima, indicó que el Comité por un Aire Limpio para Lima y Callao tiene un plan aprobado hasta el 2020, en el que ministerios, municipalidades y otras entidades públicas y privadas tienen sus propios compromisos.

“La comuna de Lima está trabajando en el chatarreo y en la renovación vehicular, ya que 6 millones de los 12,5 millones de toneladas de CO2 que se emiten en Lima provienen del parque automotor ”, señaló Huarca. Otro asunto que se definirá este año es la estrategia para ampliar los 3,5 m2 de áreas verde que hay por cada limeño.

La preocupación se extiende a las zonas de viviendas cercanas a las grandes avenidas o áreas industriales. Patricia del Águila, vicedecana del Colegio de Arquitectos del Perú, habló de la necesidad de que las nuevas edificaciones se diseñen teniendo en cuenta mejores mecanismos de ventilación.

También está pendiente la instalación de un sistema de alerta atmosférica en tiempo real y con un lenguaje amigable. Varios entrevistados indicaron que ese proyecto está en la agenda del mencionado Comité de Aire Limpio para Lima y Callao.

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