Tras ser retirados de Mesa Redonda y el Mercado Central a inicios de esta semana, cientos de vendedores ambulantes se han ubicado ahora en zonas aledañas a dichos emporios comerciales. Los principales puntos escogidos fueron los cruces de la avenida Miguel Grau con los jirones Luna Pizarro, Ayacucho y Andahuaylas.
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En un recorrido por la zona, El Comercio comprobó que los ambulantes han migrado hacia estos puntos y otras calles aledañas, ocupando pistas, veredas e incluso el puente peatonal de la Vía Expresa Grau.
Todos ellos se encontraban antes en el perímetro y vías internas de Mesa Redonda y el Mercado Central. Sin embargo, desde la madrugada del lunes entró en vigor la medida municipal que declara zona rígida este cuadrante y prohíbe el comercio ambulatorio y estacionamiento de vehículos. La norma fue publicada en el diario oficial El Peruano
Este Diario también observó que las calles de estos emporios, como los jirones Puno o Inambari, que antes lucían abarrotadas de ambulantes, están ahora más despejadas y sin presencia de comerciantes. Solo se observa vendedores que cuentan con la autorización respectiva del municipio, como lustrabotas, puestos de periódicos, de comida, entre otros.
También se pudo notar la presencia de serenos de la Municipalidad de Lima y policías a fin de resguardar el orden e impedir el regreso de ambulantes.
Algunos comerciantes que fueron retirados indicaron que sí han sido empadronados por la Municipalidad de Lima, pero que hasta el momento no los han reubicado.
¿Qué dice el municipio de Lima?
El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, anunció que reubicaría a los vendedores ambulantes del Centro de Lima, ante la prohibición del comercio en la vía pública, en lotes cercanos de propiedad de la comuna. Para ello la Municipalidad de Lima empadronó a los comerciantes desde el 19 de abril hasta el 5 de mayo.
“Se ha determinado que 3 mil de ellos (ambulantes) serán reubicados antes de fin de mes en lugares seguros dentro del Cercado de Lima, con áreas verdes, mayor iluminación, seguridad y espacios para uso familiar”, dijo el municipio mediante un comunicado.
La Municipalidad de Lima informó que aquellos comerciantes informales que persistan en la venta ambulante en el cuadrante de Mesa Redonda y Mercado Central serán sancionados con una multa de 800 soles.
Comerciantes piden ser reubicados
Por su parte, los comerciantes que han sido retirados manifestaron su disconformidad con la medida adoptada por la Municipalidad de Lima, pues afirman que han sido empadronados, pero que no han recibido información de dónde serían reubicados.
“Acá estamos trabajando, no estamos robando. Todos necesitamos trabajo, sino de dónde comemos, nosotros vivimos del día a día, tenemos que vender”, dijo un comerciante apostado en el puente peatonal de la Vía Expresa Grau, cruce con jirón Luna Pizarro.
Asimismo, otro vendedor contó que periódicamente son empadronados por las autoridades, sin embargo, refirió que estas no cumplen con las promesas de reubicación.
“Hay muchas veces que no hemos sido empadronados. Nos entregan solo una constancia, pero no nos dicen a dónde nos van a llevar. Somos bastantes, hay madres solteras, personas de la tercera edad, que difícilmente pueden conseguir trabajo en algún lugar formal”, expresó otro vendedor.
¿Medida planificada?
Cynthia Yamamoto, fundadora del Colectivo Peruanos de a Pie, dijo a El Comercio que lo que ha pasado en el Centro de Lima es similar a lo que ha sucedido en Gamarra recientemente. Indicó que los vendedores han sido retirados, pero han terminado ocupando las vías aledañas. Es decir, se ha traslado el problema a otros espacios.
Consideró que sí es necesario que se tenga que reubicar a comercio ambulatorio, pero no sin antes sincerar el problema. “La mejor solución sería, primero, tener una política clara del comercio en la calle, ya que hay ciertas actividades que no tienen mayor impacto y que son parte de nuestra vida diaria, como el emoliente, por ejemplo. No es posible que decomisen carritos emolienteros cuando es parte ya de la identidad nacional, o incluso a las estatuas vivientes que son desplazadas”, dijo.
Yamamoto señaló que la Municipalidad de Lima debe buscar medidas reales para poder alivianar el problema del comercio ambulatorio que ya se desborda en Lima. Expresó que la gente no puede caminar y hacer sus actividades de forma tranquila debido a lo repleto que lucen las calles de vendedores.
“Hay una necesidad muy grande de trabajo, cierto, pero la calle no se da abasto para todos. Vamos a ver si la municipalidad puede ponerse a la altura y buscar medidas como reubicación en galerías, convenios con estacionamientos, lugares para hacer ferias, entre otras”, comentó.
Por otro lado, agregó que algo de lo que poco se habla es que muchas de las galerías tienen personal que sale a vender a las calles porque es mucho mas práctico que la gente compre al paso que entre a uno de estos locales.
Por su parte, Patricia Alata, directora técnica de ‘Lima Cómo Vamos’, sostuvo que de acuerdo a testimonios de personas que trabajaban en comercio ambulatorio en Mesa Redonda y Mercado Central, los compromisos de reubicación u otra alternativa para quienes se empadronaron no se han cumplido por parte de la Municipalidad de Lima. Esto, refiere, muestra que no ha habido un proceso de planificación adecuado para atender este problema.
“No ha habido una buena planificación para que las distintas etapas pensadas por el municipio de Lima se den de forma coordinada y atiendan las necesidades de los comercios formales, los visitantes y también de ambulantes. Se ha dado solo la ejecución de la prohibición de comercio ambulatorio sin que se ejecuten reales medidas que busquen atender las causas del problema”, explicó.
Alata recordó que el comercio ambulatorio es consecuencia de situaciones personales que atraviesa cada ciudadano. Por ello, dijo que el empadronamiento como primer paso era muy relevante, porque con él se debería de haber recogido información complementaria, como las razones por las que las personas trabajan bajo esta modalidad informal y no solo buscar tener una cuantificación de ambulantes.
“La municipalidad, al momento de anunciar estas diversas medidas, hizo dos promesas: la reubicación y las alternativas de trabajo a quienes se empadronaban. Todo este proceso debió de darse antes de la medida de prohibición de vendedores informales. Porque eso podría desencadenar lo que hoy estamos viendo, que solo ha habido un traslado de ambulantes a los alrededores. Eso no es atender el problema, el rol de la municipalidad es atender las necesidades de todos los ciudadanos”, añadió la experta.
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Pese a ello, Alata consideró que las medidas planteadas son buenas, pero estas no se dieron en el orden necesario. En esa línea, dijo que es muy probable de que la medida de prohibición de ambulantes solo dure unas cuantas semanas o meses como máximo, si es que no se implementan medidas complementarias.
“Los vendedores esperarán que la vigilancia se reduzca y cuando suceda volverán a ingresar. Es casi imposible, insostenible, mantener el mismo nivel de vigilancia todos los días por lo que resta de la gestión”, opinó.
Por otro lado, resaltó que para atender el problema del comercio ambulatorios es “muy importante” la coordinación con otros distritos.