La noche del domingo, con motivo del Día de Todos los Santos, se celebró una misa en memoria de las personas que han fallecido a causa del COVID-19 en el país. La ceremonia, presidida por el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, se realizó a partir de las 7:30 p.m., sin público, y se transmitió desde la Catedral de Lima.
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La actividad religiosa, que fue difundida en vivo por TV Perú, mostró la Plaza Mayor de Lima a oscuras, iluminada con cientos de velas, mientras que en la fachada de la Catedral de Lima se proyectaron todas las fotos de fallecidos por el coronavirus que fueron enviadas a la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima.
Sobre la fachada de la Catedral, con el sonido de los pututos (instrumento de viento andino), se fueron proyectando, una a una, las fotografías de más de 10 mil peruanos que perdieron la batalla contra esta enfermedad, según informó el portal web de Vatican News. La proyección estuvo a cargo del artista visual Malaki, del Estudio Malakinesis, con 20 años de trayectoria.
“Hemos pasado meses en que hemos llorado, en que hemos sufrido, en que el hambre y la sed de justicia han sido muy grandes, pero el Señor nos vuelve a decir que hay razones para sentirnos consolados, hay motivos para que, en medio del hambre y la sed de justicia que tenemos, quedemos saciados”, manifestó Monseñor Castillo al comentar el Evangelio de Mateo (5,1-12).
El Arzobispo de Lima señaló que en la celebración de Todos los Santos también hemos querido celebrar a nuestros difuntos, especialmente a aquellos “que nos ha dolido no poder enterrar, los difuntos que han sufrido la pandemia y por quienes todos sufrimos”. Pero también figuran aquellos que han acompañado a nuestros enfermos, a curar sus heridas y enjugar sus lágrimas: “a ellos también queremos celebrar hoy”, añadió.
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Monseñor Carlos Castillo indicó que nuestro país requiere de dos experiencias fundamentales: solidarizarnos con el sufrimiento y saber vivir el sufrimiento con esperanza: “eso es lo que hemos aprendido entre nosotros en estos meses. No ha sido fácil, ha sido un aprendizaje tremendo, porque teníamos entre nosotros una visión de las cosas en donde lo único que había era poder, arrogancia, ganancias ilimitadas e incapacidad de comprender al otro, y la pandemia le ha dicho con toda claridad al sistema en el cual vivimos, que no es posible continuar ufanándonos del poder y del dinero cuando existen los últimos de la tierra que son maltratados, y que es la mayoría de la humanidad”.
Acompañaron a arzobispo de Lima en la celebración de la misa, los monseñores Carlos García Camader, obispo de Lurín; Lino Paniza, obispo de Carabayllo; y Norbert Strotmann, obispo de Chosica.
Asimismo, Robert Prevost, administrador Apostólico del Callao, y los obispos auxiliares Guillermo Elías y Ricardo Rodríguez (Lima), Artur Colgan (Chosica).
Se trató de la segunda misa de estas características, pues en el mes de junio el Arzobispado de Lima también ofició una misa por los fallecidos por esta enfermedad.
El primer fallecido por coronavirus en el Perú fue reportado el jueves 19 de marzo. Se trató de un hombre de 78 años que padecía hipertensión arterial y había sido internado en el Hospital de la Fuerza Aérea con insuficiencia respiratoria severa.
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