Esta es la propuesta de Miraflores para priorizar los flujos peatonales, que incluye el ensanchamiento de veredas y martillos viales. En la imagen 3D, aparece el emblemático óvalo ubicado entre las avenidas Larco, Diagonal, Pardo, Arequipa y Ricardo Palma. (Municipalidad de Miraflores)
Esta es la propuesta de Miraflores para priorizar los flujos peatonales, que incluye el ensanchamiento de veredas y martillos viales. En la imagen 3D, aparece el emblemático óvalo ubicado entre las avenidas Larco, Diagonal, Pardo, Arequipa y Ricardo Palma. (Municipalidad de Miraflores)
Fernando Alayo Orbegozo

En por lo menos dos momentos de la historia, los habitantes de Lima decidieron quedarse en sus viviendas por una emergencia sanitaria: en 1868, debido a la epidemia de fiebre amarilla; y en 1920, con la llegada de la denominada gripe española. Sin embargo, nunca antes –explicó el historiador Juan Luis Orrego– los limeños debieron acatar una cuarentena establecida por las autoridades.

Pero esos acontecimientos del pasado, además de conminar a la población a un aislamiento voluntario, también obligaron al Estado Peruano a repensar la ciudad. Según Orrego, la fiebre amarilla del siglo XIX fue determinante para derribar la muralla colonial del Centro Histórico, generar espacios públicos como el Parque de la Exposición y habilitar equipamiento como el hospital Dos de Mayo.

Un siglo y medio después, la pandemia del COVID-19 plantea un desafío similar para Lima y otras zonas urbanas del país.

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Una capital repensada

El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento adelantó a El Comercio que se está evaluando la modificación de las normas técnicas vigentes en el reglamento nacional de edificaciones, a fin de adaptar la planificación y el equipamiento urbano a un escenario posterior al COVID-19, que exige medidas preventivas como el distanciamiento social y el teletrabajo.

El viceministro de Vivienda y Urbanismo, David Ramos, explicó que el sector busca la actualización de conceptos, planes, manuales y reglamentación del acondicionamiento urbano para Lima Metropolitana y las principales ciudades, por lo que se ha considerado la implementación de por lo menos cuatro estrategias: las supermanzanas, los parques de bolsillo, las zonas 30, y los usos mixtos del suelo.

“La pandemia deja en evidencia que estos son temas para atender de manera prioritaria y urgente […]. Esas estrategias, que parecen teoría e incluso algunos expertos sostienen que son parte del futuro, ya deben ser una situación tangible para los peruanos”, dijo.

Aplicación de estrategias

Estos modelos ya han sido aplicados con éxito en varios países. La estrategia de las supermanzanas se usó años atrás en algunas zonas de Barcelona (España) y permitió un incremento del 91% de espacios públicos en el entramado urbano, además de un aumento en 30% de la aparición de negocios locales en las plantas bajas de los edificios. Se promovió así el uso mixto del suelo, que es lo que también busca el ministerio.

“Está claro que el nuevo coronavirus tiene y tendrá un impacto sustancial en los aforos de negocios y comercios que usualmente exigen recorrer largas distancias desde casa. Por ello, es vital que acerquemos los servicios indispensables al barrio, a las viviendas, y tener así construcciones que combinen lo residencial y el comercio local, además de espacios públicos amplios”, comentó Ramos.

Existe una experiencia peruana con las supermanzanas: en enero, la Municipalidad de Miraflores inició un plan piloto en la zona 14 de la urbanización Aurora. Allí se cambió el sentido en las vías internas para que el peatón pueda usarlas. Varios vecinos manifestaron su desacuerdo con la medida y la comuna la desestimó.

Carlos Ramírez, gerente de Desarrollo Urbano de Miraflores, dijo que el municipio respaldó al vecino y entendió su reacción, ya que, si bien todo fue coordinado, estas acciones requieren una mayor sensibilización porque modifican la manera de entender la ciudad. “Miraflores fue pionero en tratar de aterrizar a nuestra realidad estos modelos de desarrollo urbano. Saludamos que Vivienda los convierta en política nacional debido a la pandemia”, agregó.

En el caso de las zonas 30, la Municipalidad de San Isidro emprendió en el 2017 esta estrategia en vías como la calle Los Libertadores y las de acceso al parque El Olivar. A través de señalética que sigue vigente, se redujo la velocidad máxima a 30 km/h con lo cual se redujeron los índices de accidentes contra peatones en 70% y permitió un uso más democrático del espacio vial.

Incluso en cuarentena, las vías que forman parte de las zonas 30 en San Isidro son utilizadas prioritariamente por los ciclistas y peatones. En la foto, la avenida Libertadores. (Anthony Niño de Guzmán)
Incluso en cuarentena, las vías que forman parte de las zonas 30 en San Isidro son utilizadas prioritariamente por los ciclistas y peatones. En la foto, la avenida Libertadores. (Anthony Niño de Guzmán)
/ ANTHONY NINO

Realidades distintas

La realidad es distinta en distritos de la periferia, cuyas zonas urbanas aún no se han consolidado y carecen de servicios. El viceministro Ramos precisó que además se requiere un cierre de brechas de infraestructura. “Hay zonas con ocupamiento informal en cerros, que necesitan de escaleras eficientes y reforzamiento de viviendas; pero no se puede renunciar al incremento de espacios públicos. Allí se deberían considerar los parques de bolsillo, reutilizando terrenos vacíos del municipio y hasta del sector privado”, dijo.

Mariana Alegre, directora del observatorio Lima Cómo Vamos, señaló que estas estrategias son positivas y permitirán un “cambio de chip” del ciudadano frente a su entorno: “Se basan en el modelo de ‘ciudad compacta’, donde la persona encuentra relativamente cerca los servicios que necesita; a diferencia del modelo norteamericano de ‘ciudad dispersa’, que se basa en urbanizaciones cerradas y suburbios”.

Para José García Calderón, excoordinador de PLAM 2035, los modelos que evalúa el sector Vivienda son “indispensables” para una Lima con mayor igualdad: “El siguiente reto será generar más centralidades y condensar servicios y espacios de desarrollo cada vez más cerca del ciudadano. Así, una persona que vive en Ventanilla no tendrá que viajar en bus durante cuatro horas para llegar a su trabajo en Villa El Salvador. La emergencia sanitaria nos grita hoy que esa Lima se acabó”.

Diversos como colectivos como Ocupa Tu Calle han realizado intervenciones urbanas para recuperar los espacios públicos en la ciudad. (Foto: OTC / Luis Miguel Artieda)
Diversos como colectivos como Ocupa Tu Calle han realizado intervenciones urbanas para recuperar los espacios públicos en la ciudad. (Foto: OTC / Luis Miguel Artieda)

¿Quiénes son las personas que corren más riesgo por el coronavirus?

Debido a que el COVID-19 es un nuevo coronavirus, de acuerdo con los reportes que se tienen a nivel mundial, las personas mayores y quienes padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardíacas o diabetes son las que desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

¿Debo usar mascarilla para protegerme del coronavirus?

Si no tiene síntomas respiratorios característicos del COVID-19 (tos) ni debe cuidar de alguien que esté infectado, no es necesario llevar una mascarilla. La OMS recomienda evitar su uso, debido a que en esta pandemia, estos implementos puede escasear. Ahora, recuerde que si usa uno, este es desechable; es decir, solo se puede utilizar una vez.

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