Se abrió el debate. Tras el secuestro y violación de una niña de 3 años en Chiclayo y el anuncio del Gobierno de impulsar la castración química como medida preventiva o castigo, diversas voces se han pronunciado al respecto.
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Se abrió el debate. Tras el secuestro y violación de una niña de 3 años en Chiclayo y el anuncio del Gobierno de impulsar la castración química como medida preventiva o castigo, diversas voces se han pronunciado al respecto.
El excongresista y candidato presidencial Yonhy Lescano dijo a El Comercio que la castración química para violadores se trata de una buena iniciativa que puede complementar a las sanciones ya existentes, como lo es la cadena perpetua. También recordó que presentó la misma iniciativa en el 2018, la cual no fue aprobada por el Congreso en segunda votación.
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“Luego de que el Congreso no aprobara la castración química que propuse se aumentó la pena hasta cadena perpetua, pero no ha habido ningún efecto. Hay que intentar hacer algo más, ser severos. Esta medida puede tener efectos positivos”, indicó.
Lescano puso como ejemplo a otros países donde se ejecuta este tipo de castración en violadores sexuales. “En otros países se viene aplicando esta medida y en algunos ha tenido un efecto positivo. No es una cuestión populista”, sostuvo.
Por su parte, la exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables Gloria Montenegro criticó que varios políticos hayan tocado este tema de manera coyuntural, sin analizar el problema de fondo. Agregó que no existe evidencia científica fehaciente que demuestre la efectividad de la castración química en violadores.
“Esto ya se ha evaluado anteriormente. La castración química contra los violadores no funciona; la experiencia en otros países nos dice que no es una buena medida, como tampoco lo es la pena de muerte. Ninguna de las dos medidas ataca el verdadero problema”, señaló.
Montenegro aseguró que, en primer lugar, se deben analizar las causas de la cultura machista que hay en el país y se trabaje en un sistema educativo que cambie de manera gradual esa mentalidad.
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“Hasta cuándo vamos a tolerar la cultura machista. Por un lado avalamos actitudes de violencia de deportistas, políticos, y por otro lado, cuando vemos las reales consecuencias, exigimos castración química o pena de muerte. Así no podemos pretender proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes”, dijo.
Resaltó, además, la importancia de reforzar el sistema educativo, no solo en la escuela sino fuera de ella, así como implementar una verdadera educación sexual en el país, que “permita a los adolescentes tener una mejor respuesta ante los riesgos, no permitir que los toquen y hablar oportunamente”.
“También tenemos que hablar de cómo denunciar, de proteger al que denuncia, así como de movilizarnos en casos de violencia”, añadió.
El médico oncólogo Carlos Vallejos explicó a este Diario que con la castración química se bloquea el estímulo a la producción de testosterona en el organismo del hombre. Sin embargo, recalcó que es un tratamiento costoso, pues se debe administrar constantemente.
“Se realiza periódicamente, ya que la testosterona es una hormona que nuestro organismo la produce toda la vida. No es un tratamiento que se administra y dura para siempre. Esto hace que sea un método costoso”, indicó.
Detalló que esta medida se aplica en algunos pacientes con cáncer de próstata, ya que es un tipo de mal oncológico dependiente de la producción de hormonas.
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“Su costo elevado hace que los pacientes con cáncer tengan muchas dificultades para adquirir el tratamiento. Pido a nuestras autoridades tomar un poco más de seriedad y preguntar a los especialistas en el tema antes de tomar una decisión”, opinó.
En tanto, el doctor René Flores, psiquiatra y fundador de la Sociedad Peruana de Sexología Médica, dijo que la castración química es un tema muy poco estudiado y que no se cuenta con una estadística apropiada. Explicó que este procedimiento es llevado a cabo en el país para distintos fines, por ejemplo, detener la pubertad precoz.
“Falta que se establezca bien la norma. Sin esta, no hay la posibilidad de una política de salud pública en prevención del abuso sexual en los niños, la cual el Perú no tiene”, añadió.
Flores también consideró que el Colegio Médico del Perú debería armar una comisión que estudie esta medida y brinde un informe técnico para que los jueces sepan bien los casos de violación.
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