Cada 7 de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, fecha propicia para promocionar los cuidados necesarios para el control de la enfermedad. José Luis Cabrera, médico neumólogo de clínica Internacional y vicepresidente de la Sociedad Peruana de Neumología, señaló que, tras 38 años de actividades conmemorativas, este 2024 se busca resaltar la importancia capital de la educación sobre el asma, con el lema “la información es la clave”.
El especialista indicó que, así como ocurre con la vacunación contra COVID-19, en el caso del asma la desinformación también constituye una barrera difícil de superar. Por ello, consideró necesario invertir el tiempo suficiente, con información práctica y precisa, para educar a los afectados con asma, tanto como a sus familiares y cuidadores, con el objetivo de que puedan comprender y controlar la enfermedad, así como reconocer el momento en que deben buscar ayuda médica.
Cabrera indicó que el asma es una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias inferiores, precisamente el árbol bronquial, que afecta a más de 260 millones de personas en el mundo, y que produce cerca de medio millón de muertes anuales, la gran mayoría prevenibles.
En el Perú se estima que afecta entre el 10% a 20% de niños y adultos. Suele presentarse con episodios de sibilancias (silbidos en el pecho), opresión en el pecho, tos y/o falta de aire, alternando con periodos de normalidad. Estos episodios pueden tener diferente frecuencia y grado de severidad, inclusive incapacitante, dependiendo de las características propias de la persona afectada, del ambiente o estímulos que lo rodean (contaminantes, ácaros, polvo, etc.), de la frecuencia de infecciones respiratorias, y del acceso al cuidado médico, entre muchos otros factores.
Por ello, el especialista pidió identificar los síntomas que pueda presentar la enfermedad. En esta época donde la información viaja con mucha facilidad, aunque muchas veces proveniente de fuentes poco confiables, debemos recordar lo siguiente:
- Una de las principales medidas de control del asma es la prevención: evitar exponerse a factores desencadenantes como contaminantes ambientales o domésticos, humo de vapeo o tabaco, cambios bruscos de temperatura, recibir vacunación anual contra influenza y COVID-19, evitar exponerse a personas con infecciones respiratorias, entre otras medidas.
- Si bien es cierto el asma no tiene cura, es perfectamente posible llegar a un buen control de los síntomas, que permita realizar las actividades diarias incluyendo ejercicio y actividades deportivas, sin limitaciones.
- El tratamiento para el asma se basa en el uso de antiinflamatorios inhalados, llamada terapia preventiva, que debe recibirse a mediano o largo plazo, en base a una prescripción médica y a un control periódico que permitan regularla y monitorearla.
- Debe procurarse limitar el uso de los medicamentos de rescate, como el salbutamol, mediante la terapia preventiva, que permitirá controlar los síntomas y controlar su uso. El sobreuso de salbutamol, medicamento erróneamente concebido como “el tratamiento del asma”, se asocia a complicaciones y riesgo vital.
- En tiempos modernos, existen muchas alternativas de tratamiento para el asma, que incluyen medicamentos científicamente probados y de alta seguridad.
Los inhaladores no producen dependencia ni complicaciones mayores, sobre todo si se cuenta con un control médico periódico. La enfermedad puede ser adecuadamente controlada con un buen tratamiento, y parte de este tratamiento comprende una adecuada información.