Hernán Medrano Marin

Durante los últimos tres días, a lo largo de sus 15 cuadras, el jirón Washington estuvo repleto de basura. En cada rincón, bolsas de todos los colores, botellas, papeles y demás desperdicios que pueda imaginar estuvieron expuestos día y noche. Los residuos eran tantos que incluso llegaban a formarse grandes montículos o “cerros”, los cuales ocuparon todo el ancho de las veredas y cerraron el paso a los peatones. Esta situación se repitió en distintas calles y avenidas del Cercado de Lima.