De los 119 laureles deportivos que se habían colocado en la fachada del Estadio Nacional, 52 han desaparecido o están dañados. Esto sucede desde el 2012 debido a que la estructura es afectada por los constantes choques de camiones que transitan por la Av. Paseo de la República, informó el jefe de Administración del Instituto Peruano del Deporte (IPD), Renato García.
Los laureles deportivos son una distinción excepcional que la nación otorga a los deportistas, técnicos y auxiliares más destacados de una selección nacional. Según el IPD, se desconoce el paradero de 38 y 14 se encuentran en mal estado.
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Ayer, El Comercio recorrió la zona y corroboró que entre los laureles que ya no figuran en la fachada están los de las voleibolistas Cecilia Tait, Cenaida Uribe y Gabriela Pérez del Solar, medallistas de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Entre los que se encuentran deteriorados, están los de Sixto Jáuregui, quien obtuvo el récord mundial de 15 carambolas en el campeonato mundial de Francia de 1985.
Al respecto, García sostuvo: “La propuesta de diseño se hizo para que [los laureles] estén más cerca del público. Pero la imprudencia de camiones y tráileres que circulan por allí daña la estructura metálica”.
El funcionario explicó que estos accidentes se iniciaron meses después de que el estadio reabriera sus puertas tras una remodelación [julio de 2011] y que el último choque ocurrió en enero de este año.
—Cambios—
García explicó que la institución ha previsto cambios en el diseño y la ubicación de los distintivos en el primer bimestre del 2020, para que ya no sean impactados por los camiones. “Estamos viendo la posibilidad de elevar [los laureles] y hacer un rediseño en ese sector”, detalló.
Otra alternativa es coordinar con la Municipalidad Metropolitana de Lima para que prohíba el paso de camiones por la zona.
El expresidente del IPD Arturo Woodman señaló que durante su gestión tenía un proyecto llamado “El paseo de los triunfadores”, el cual consistía en cerrar el área para hacer una ruta de deportistas destacados.
“La idea es terminar el proyecto que se tenía pensado, cerrar esa calle para que sea utilizada por los peatones. Si los suben más, no se van a ver con claridad los nombres. Lo que se tiene que hacer es evitar que pasen los camiones. Durante mi gestión, conversé con el entonces alcalde Luis Castañeda para anular el pase de vehículos, pero no estuvo de acuerdo”, agregó.