Gladys Pereyra Colchado

La llamaremos Tania. Tiene 19 años, está en sexto ciclo de la universidad y hace 28 días sintió que no podía más. Antes de la pandemia de COVID-19 era una joven sociable, expresiva, aplicada y de pronto no podía tocar nada sin bañarse antes, se veía las manos rojas de tanto restregarlas con jabón y alcohol; el contacto físico era imposible y el miedo a salir la paralizaba. Sus notas bajaron, solo prender la computadora suponía una tarea dolorosa y empezó a sentir que no había nadie en el mundo que comprendiera que todo estaba fuera de su control.