Los 100 años de La Victoria: el antes y después de los sitios emblemáticos del distrito | INTERACTIVO

En 1920, durante el ‘oncenio’ de Augusto B. Leguía, se creó el distrito de La Victoria. En ese entonces, era conocido como un barrio obrero donde ya existían zonas urbanizadas gracias a la proliferación de fábricas que llegaron con la migración de extranjeros.

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Han pasado 100 años desde la creación de este distrito. Hoy es uno de los lugares más populares de Lima que reúne al deporte y al comercio, con espacios característicos que han hecho un lugar singular: la plaza Manco Cápac, el estadio de Alianza Lima, la Parada, Gamarra y tantos otros lugares populosos.

En esta fotogalería podrás realizar un recorrido en el tiempo.

–La plaza Manco Cápac–

Antes de su creación, La Victoria ya contaba con su plaza principal gracias a que en 1908, el Arzobispo de Lima, Manuel García Naranja donó el terreno donde se construiría la iglesia Nuestra Señora de las Victorias. Esta plaza es la más grande de Lima, incluso mayor que la Plaza de Armas en el Centro Histórico de la capital.

La estatua del inca Manco Cápac fue donada por la colonia japonesa asentada en el país con motivo del centenario de la independencia del Perú. Inicialmente iba a ser colocada en la plaza Bolívar, donde ahora se encuentra el Congreso de la República. Sin embargo, Leguía decidió que sea colocada en actual cruce de las avenidas Grau y Abancay. No fue hasta 1927 que la estatura de Manco Cápac se trasladó hasta la plaza principal de La Victoria donde sigue hasta hoy.

– El palacio municipal –

El 23 de diciembre de 1944 se inauguró el Palacio Municipal, ubicado en el cruce de las avenidas Iquitos y Bausate y Meza. El pórtico de está construido en dirección hacia la estatua de Manco Cápac. Para esta época, el distrito contaba ya con casi 60 mil habitantes y abarcaba urbanizaciones como Huerta Mendoza, Mendocita, San Pablo, Matute, San Germán, Santa Isabel y Balconcillo.

– Estadio Alejandro Villanueva –

El 15 de febrero de 1951, el presidente de la República, Manuel Odría, colocó la primera piedra del estadio de fútbol que se construiría en el barrio de Matute en un terreno de 38 mil m2. Debido a problemas económico y con el título de propiedad se demoró la edificación del recinto deportivo.

No fue hasta el 11 de abril de 1966 que se inició la construcción formal del estadio. El uruguayp Walter Lavalleja estuvo a cargo del proyecto. En junio de 1972, el general Velasco Alvarado otorgó al club Alianza Lima la propiedad del terreno y la obra culminó dos años después.

El 27 de diciembre de 1974 se jugó el primer partido en el nuevo estadio. Alianza Lima y Nacional de Uruguay igualaron a dos goles. Más de 36 mil hinchas asistieron al histórico partido.

– El Mundialito –

En 1950, tres hinchas victorianos, Jorge Falla, Emilio Chávez y Mario Chávez, organizaron un campeonato entre los vecinos del barrio inspirado en el mundial de fútbol que ese año se jugó en Brasil. La cancha era la pista de la cuadra 6 de la avenida Parinacochas y de ahí obtuvo su nombre: el Mundialito de El Porvernir. Defensor Leoncio Prado se coronó campeón del primer certamen.

Los organizadores del evento cuentan que los primeros mundialitos se jugaban a escondidas de la Policía que no permitía jugar en las calles. En una oportunidad, Jorge Falla fue detenido por los policías y arrestado. Sin embargo, cientos de vecinos marcharon hasta la comisaría para exigir su liberación. En los años 70, la Prefectura de Lima reconoció al torneo y, en la actualidad, brinda seguridad al campeonato, cuya final se juega todos los 1 de mayo.

Rápidamente, el torneo adquirió popularidad y comenzó a recibir equipos de otros distritos, como el Rímac o el Callao. Grandes figuras del fúbtol peruano como Teófilo Cubillas, Julio Baylón o Hugo ‘Cholo’ Sotil han participado del evento. Además, desde el 2017, el torneo también tiene una rama femenina.

– ‘Tacora Motors’ –

En 1950, un grupo de comerciantes informales comenzó a poblar las primeras cuadras de la avenida Aviación, en el barrio de Manzanilla. A diferencia de los emprendedores, estas personas empujaban sus triciclos donde comerciaban sus de ‘dudosa procedencia’. El principio comenzaron vendiendo autopartes robadas, pero luego ofrecían diversos productos.