(El Comercio)
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Redacción EC

El próximo 19 de julio vence el plazo para regularizar el registro de aquellas armas de fuego con licencia vencida. En el país hay 450 mil armas registradas en la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec). De este universo, unas 170 mil se encuentran en situación irregular debido a que sus permisos caducaron.

En Lima y Callao, según Sucamec, hay 88.663 armas con autorización vencida. De manera preventiva, las licencias de este armamento también fueron canceladas desde mayo del 2017 a la fecha. La mayor cantidad de permisos anulados pertenece a usuarios de Surco, Cercado de Lima, Miraflores y San Isidro.

El 80% de estos registros pasados se hizo bajo la modalidad de uso de armas para defensa personal. El 15% corresponde a usos para cacería y el 3% al servicio individual de seguridad personal. El resto son pistolas para uso deportivo o coleccionismo.

El superintendente de la Sucamec, Juan Dulanto Arias, informó a El Comercio que actualmente estas armas no son ilegales ya que en un inicio estuvieron empadronadas y debidamente inscritas. Sin embargo, debido a la negligencia u olvido de los usuarios no se renovaron los permisos.

Dulanto indicó que después del 19 de julio de este año, estas armas de fuego en situación irregular serán consideradas ilegales, por lo cual se podrán emitir órdenes de decomiso y denunciar a los propietarios ante la Policía Nacional y el Ministerio Público.

Según el Código Penal, la tenencia ilegal de armas se castiga con una pena de 6 a 15 años de prisión.

“Para regularizar los permisos vencidos, primero se debe internar el arma en una de las sedes de la Sucamec y luego tramitar una nueva licencia. Para ello, se requiere pasar una prueba de tiro y conocimiento, y presentar un certificado de salud mental”, aclaró el funcionario.

—Armamento heredado—
Según Igor Grimaldo, presidente de la Asociación Peruana de Propietarios Legales de Armas de Fuego (Applaf), en el país existen muchas armas que fueron obtenidas de manera legal décadas atrás pero que, como fueron heredadas, los actuales propietarios no tienen información precisa sobre si su licencia caducó.

“En otros casos, hay pistolas y rifles que se compraron legalmente pero no se llegaron a registrar. Por ello, las autoridades deben promover campañas de empadronamiento para que las personas que tengan estas armas antiguas puedan inscribirlas”, señaló.

Grimaldo estima que en el país existen unas 50 mil armas que nunca fueron inscritas pero que se obtuvieron de manera legal. Estas, en su mayoría, siguen siendo funcionales.

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