Las denuncias por presuntas negligencias cometidas por personal médico en el proceso de vacunación contra el COVID-19 siguen apareciendo. Luego que el Ministerio de Salud (Minsa) confirmara que se están investigando tres casos de supuestos usos de jeringas vacías durante la aplicación de las vacunas a adultos mayores, un caso más ha surgido en El Callao.
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Así como muchas de las personas que ya han recibido la vacuna contra la COVID-19, Romina Camacho empezó a dudar de la dosis que le inyectaron el pasado 18 de abril a su mamá Olga cuando fueron a vacunarla. Lamentablemente, no estaba equivocada. A su mamá también le habían inyectado aire. Felizmente, Romina grabó el momento de la vacunación. El video que sería motivo de orgullo para la familia ahora es una prueba de la irregularidad que se cometió contra la adulta mayor.
“La verdad es que no nos dimos cuenta en ese momento y dimos como por cierto que era la vacuna. Salimos confiados de ahí y recién a raíz de las publicaciones que salieron esta semana en redes y en las noticias, revisé los videos de la vacunación de mis papás y me doy con la sorpresa de que la jeringa estaba vacía”, cuenta Romina a El Comercio.
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Para no caer en la ligereza, Romina vio el video varias veces para confirmar que la jeringa estaba vacía e incluso pidió la opinión de familiares y amigos antes de hacer pública la denuncia. Lo primero que hizo al confirmar sus sospechas fue tuitear el video para pedir ayuda e información.
En el video se observa cómo el pistón de hule de la jeringa (de color negro) está cerca a la aguja, es decir, sin ningún contenido en el tubo. Situación distinta a la que se observa en una foto que la misma Romina publica del momento en que su papá fue vacunado. Ahí se ve que el pistón de hule está lejos de la aguja y que la jeringa sí tiene la dosis.
“Luego que publiqué me pasaron un par de links uno de Contraloría y uno del Minsa. Pude entrar al de Contraloría pero al del Minsa no se podía y me rebotaba. Después decidí denunciar en RPP y ahí la Diresa del Callao me contactó y me informó que ya habían separado a la enfermera del staff de vacunadores y que iban a programar otra cita para mi mamá”, detalla.
El Gobierno Regional del Callao publicó un comunicado al respecto en sus redes sociales. En él señalaron que se inició un proceso de investigación al respecto y que la entidad será inflexible y enérgica con las sanciones que correspondan.
Romina reconoce que de no ser por las denuncias aparecidas esta semana en redes sociales, no habría desconfiado del proceso de vacunación. Su mamá recibió la que creían era su segunda dosis de la vacuna recién este 9 de mayo, dos días antes de enterarse que nunca estuvo vacunada. Recién ahora ha tenido, incluso, algunas reacciones físicas comunes que aparecen con la vacuna.
Además de la irregularidad cometida en la vacunación. Romina señala que, pese a que el protocolo lo exige, el personal médico que atendió a sus padres no colocó su nombre en la tarjeta de vacunación que les corresponde.
La familia resalta que solo la Diresa Callao se comunicó con ellos, más no han tenido contacto ni con el Minsa ni la Fiscalía que abrió investigación por los casos anteriores.
En tanto, el Minsa indicó el martes que este jueves se conocería el resultado de la investigación que ha realizado el sector sobre los tres primeros casos de denuncias por el presunto uso de jeringas vacías. Estos ocurrieron en Santa Anita, La Molina y Jesús María.
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