Consultorios médicos instalados en plena vía pública y pacientes que se atienden en instalaciones hacinadas es lo que se observa en el Hospital Vitarte, ubicado en el kilómetro 7 de la Carretera Central, distrito de Ate.
Según cifras oficiales, el nosocomio atiende al día a unos mil pacientes en sus dos turnos y para ello cuenta con 78 camas y dos salas de operaciones que funcionan las 24 horas.
La demanda es tan elevada que en el 2013 instalaron en la calle dos estructuras metálicas que funcionan como consultorios de triaje y neumología. Además, se improvisó una sala de espera en una carpa de Defensa Civil.
A una cuadra de esta antigua infraestructura de salud, se encuentra inoperativo el nuevo hospital de Lima este–Vitarte. Es un edificio de seis pisos con más de 20 mil metros cuadrados construidos, pero que a la fecha no entra en operación.
La obra se inició el 27 de marzo del 2013 y debió estar lista en 720 días calendario, es decir, en abril del 2015. El presupuesto de la obra se incrementó de S/157’394.047 a S/200’368.371, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
El nuevo hospital de nivel II-2 atendería a más de 500 mil personas de Chosica, Chaclacayo, Ate, Santa Anita, entre otros distritos de la zona este de la ciudad.
—No llegan a un acuerdo—
Según el Minsa, parte del incremento en el presupuesto de la obra corresponde a las 40 ampliaciones en el plazo de la entrega de la obra solicitadas por el Consorcio Ejecutor Ate, encargado de la construcción del hospital.
El Minsa denegó 23 de los pedidos de ampliación hechos por el consorcio, 16 fueron aceptados por el ministerio y un laudo arbitral, y una de las solicitudes se dio de manera parcial.
Debido a los retrasos, el Ministerio de Salud envió una carta notarial al consorcio para informarle la resolución del contrato de obra. La empresa respondió con una medida cautelar.
El gerente general de la constructora, Luis Felipe Quiroz, dijo hace una semana que solo faltan “detalles técnicos y voluntad política” para la apertura del nosocomio. En diálogo con ATV, Quiroz señaló que ellos quisieron dialogar con las seis administraciones anteriores, pero el único ministro que formó un equipo de trabajo para agilizar la construcción y entrega del nuevo hospital fue Abel Salinas.
“Lo que corresponde es solucionar los aspectos técnicos. Invoco a la ministra Silvia Pessah a que venga y conozca la realidad del hospital”, dijo Quiroz.
El pasado viernes, el Minsa emitió un comunicado para informar que la titular del sector y el consorcio sostuvieron una reunión “con miras a acelerar la entrega del establecimiento de salud en el más breve plazo”.
La obra fue observada por la Contraloría General de la República y a través de un informe de auditoría se dispuso que la procuraduría encargada de los asuntos judiciales del Minsa inicie las acciones legales contra los funcionarios que puedan resultar responsables del retraso en la entrega del nuevo nosocomio.
El documento, con fecha del último 17 de mayo, tiene cinco observaciones entre las que se detalla el incumplimiento de plazos, pagos realizados fuera del presupuesto, entre otros. De acuerdo con el Minsa, el promedio de avance, entre obras físicas y equipamiento, es de 90,36%.
La empresa señaló a este Diario que se “encuentra en buenas relaciones con el Minsa” y que prefiere no pronunciarse. A través de un video institucional publicado el 16 de mayo, CMO Group, empresa que forma parte del consorcio, informó que el nuevo hospital sería entregado el próximo 31 julio.