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Procesión del Señor de los Milagros llegó al penal de Mujeres de Chorrillos
Claudia Sovero Delgado

Desde hace 25 años la procesión del forma parte de las actividades del mes de octubre de las internas del . Hoy, las internas volvieron a renovar su fe.

Sai Mai Srii es tailandesa y estuvo encargada de pintar una imagen del Cristo Morado de poco más de dos metros de alto y uno y medio de ancho en la pared de patio principal. No entiende la razón por la que sus compañeras de pabellón cierran los ojos y se persignan cuando tocan la pintura que realizó hace un mes.

Ella no es católica y no entiende el fervor de las internas. "Yo respeto todas las religiones y me hace feliz ver la emoción de mis compañeras", señala Sai Mai. A partir de hoy la imagen se exhibirá durante todo el año en el patio principal. 

- Un encuentro esperado -
A partir de las 10 de la mañana, el 90% de las internas fue parte de la misa y procesión del Señor de los Milagros. Las más entusiastas formaron parte del coro (20) y sahumaduras (20). El inicio del evento fue en el patio principal del penal, donde solo había capacidad para unas 150 mujeres. El resto de ellas se encontraba a la espera del anda en sus pabellones.

Para María Luisa Rosales, jefa de psicología del penal de Mujeres de Chorrillos, enriquecer el lado espiritual con la religión le ha permitido realizar mejor su trabajo con las internas.

“Este tipo de actividades ayudan a limpiar el ambiente. Las internas sienten mucha frustración y tristeza pensando en sus familias. En octubre, la presencia del Señor de los Milagros les transmite tranquilidad y esperanza. Con esto se logra disminuir la agresividad por tanta opresión y limitaciones que sienten aquí”, señala Rosales.

Las internas prepararon números de danzas y algunos presentes en quince puntos dentro del penal. La imagen recorrió los pabellones e incluso fue cargada por las internas que rompieron en llanto ante la emoción de llevar en sus hombros al símbolo de su fe. Este encuentro se prolongó hasta la tarde. Luego, ellas retornaron a sus actividades diarias con la esperanza renovada y el deseo de actuar mejor.

TESTIMONIOS DE FE

Interna del bloque A, 40 años: De pequeña estudié en un colegio de religiosas y siempre quise pertenecer al coro, por eso ahora estoy cantando para el Señor de los Milagros. Es una manera de fortalecer mi fe a pesar de los problemas. La religión me da fuerzas para seguir.
Interna del bloque B, Geraldine, 21 años: Estoy rezando por las familias y por mis compañeras que desean su libertad. Siento que de esta manera puedo hacer algo por ellas. Queremos ser mejores personas. También estoy aprovechando para pedirle al Señor de los Milagros que proteja a mi hija de todo mal. Estamos aquí para resocializarnos.
Interna del bloque A, 50 años: Todas acompañamos a la procesión todos los años. El hecho de que estemos encerradas no quiere decir que hayamos perdido la fe. Dios ha rescatado a muchas aquí. Queremos cambiar y darnos cuenta de la realidad de la vida.
Interna del bloque C, 52 años: Soy de la selva y aquí no tengo familia. Yo entré al coro del Señor de los Milagros buscando una familia. Estoy hace 3 meses aquí. Me tratan bien. La fe es lo último que voy a perder.

- Trabajos de reinserción -
Este penal funciona hace más de 50 años. Para el vicepresidente del Consejo Nacional Penitenciario, Federico Javier Llaque Moya, este lugar cuenta con una de las mejores capillas, de las 33 que existen los centros penitenciarios. Para él, la fe ayuda a que las personas tengan más esperanza y sean más productivas dentro de los penales.

“Así como brindamos tratamiento a través de profesionales como psicólogos, abogados, educadores y asistentes sociales, el tema religioso incide para el beneficio de las internas, ya que les das espacios positivos. Las que no abrazaron la palabra de Dios afuera, lo hacen adentro”, comentó.

Asimismo, Llaque resaltó la importancia de las actividades realizadas en los talleres. “Nuestro objetivo es capacitar a las internas y que tengan experiencia laboral para que estén listas al salir. Estar en la cárcel debe ayudar a reinsertar a la sociedad y no aislarlas", dijo.

En la actualidad hay 220 mujeres inscritas en los talleres laborales que están a cargo de Nancy Manco, quien supervisa las actividades de cosmetología, zapatería, trabajo en cuero, gastronomía, tejido a máquina, manualidades, confecciones textil (bandera), cocina, panadería y lavandería.

Las internas también tienen un convenio con El Ministerio de Educación, a través de sus Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA) para que puedan terminar sus estudios. “Las que son madres también tiene que trabajar y estudiar aquí adentro, igual que muchas otras mujeres en nuestra sociedad. Se da preferencia a las antiguas, las que están por salir tiene la prioridad para cupos en la educación y talleres”, afirma Jenny Ramos Sosa, directora del penal.

Por otro lado, Ramos Sosa señaló que han sobrepasado su capacidad. Diariamente en el penal de Mujeres de Chorrillos una o dos mujeres cumplen sus sentencias completas y salen en libertad, al mismo tiempo ingresan cuatro o cinco. “La población actual es de 680 internas. Esto sobrepasa nuestras capacidades”, mencionó.

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