El presunto agresor sexual está en libertad. (Foto: Captura/Latina)
El presunto agresor sexual está en libertad. (Foto: Captura/Latina)
Redacción EC

Un taxista fue denunciado por presuntamente haberle realizado tocamientos indebidos a una niña de 7 años en reiteradas ocasiones, pero fue puesto en libertad, pese a que habría un testigo que presenció la última vez que el sujeto cometió el abuso.

La madre de la menor contó en Reporte Semanal que Javier Jiménez Miranda (65), un chofer de taxi y movilidad escolar que vive en el , solía ser un hombre de confianza, por lo que lo llamó el 19 de setiembre para que trasladara a su hija a casa de un pariente.

“Él no solamente ha transportado a mi hija, sino también a muchos niños y niñas de otros colegios. En la mañana del 19, mi hija se sentía mal y no fue al colegio, por lo que solicité al señor que la recogiera de mi trabajo y la llevara a casa de su abuela”, contó la señora, cuyo nombre se mantiene en reserva.

Sin embargo, el sujeto no fue directamente a la casa de la abuela de la menor, sino que se detuvo en la calle Martín Alonso de Meza, en Pueblo libre. Ahí, un vecino, desde una azotea, vio con binoculares cómo el sujeto le realizaba tocamientos indebidos a la niña, según la madre.

El vecino siguió el auto del sujeto y buscó a la familia de la niña para contarle lo que vio. También dio su testimonio ante la Policía.

Cuando la madre estaba presentando la denuncia en la comisaría de Pueblo Libre, llamó al chofer para increparle por el abuso a su hija. El taxista admitió por teléfono su delito, siendo escuchado por la Policía a cargo del caso.

La madre y el presunto agresor sexual se citaron en la avenida La Marina supuestamente para conversar y fue en ese momento que la policía lo capturó. “El señor me vuelve a llamar, me pide que no lo denunciara, porque él había estado tomando y que no se había dado cuenta de lo que había hecho”.

La niña pasó por el médico legista y fue entrevistada por una psicóloga del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en donde confesó que venía siendo sistemáticamente abusada por el sujeto desde hace dos años.

Pese a todo, el fiscal José Alberto Miranda Sotil, algunos días después, dispuso la inmediata libertad para el sujeto. La madre teme que Jiménez Miranda salga del país.

“En la cámara Gesell, mi hija no negó lo que le pasó, simplemente se mantuvo en silencio. Se notaba que tenía miedo, vergüenza y cansancio, estuvo en diligencias todo el día. En las preguntas claves, ella solo se quedaba callada. Ellos sí se dieron cuenta que sucedió algo”, puntualizó la madre de la niña.

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