Respaldo a la gestión de Luis Castañeda se mantiene.
Respaldo a la gestión de Luis Castañeda se mantiene.
Jorge Malpartida Tabuchi

En los últimos meses, el foco de los conflictos políticos estuvo en el Gobierno nacional. El pedido de vacancia presidencial, el indulto concedido a Alberto Fujimori y las pugnas entre el Congreso y el Ejecutivo marcaron la agenda de las semanas finales del 2017. Esta convulsionada coyuntura, según los analistas consultados por este Diario, ha contribuido a que el alcalde de Lima, , mejore un poco en su popularidad.

De acuerdo con la última encuesta de El Comercio-Ipsos, la aprobación de la gestión del alcalde de Lima subió dos puntos, de 38% a 40%. Además, según el estudio aplicado del 10 al 12 de enero, su desaprobación se redujo cuatro puntos: de 59% en diciembre a 55% en enero. Pese a que en el último mes del 2017 el respaldo a Castañeda se contrajo cuatro puntos, en los meses anteriores sus niveles de apoyo estuvieron creciendo de manera sostenida. De julio a noviembre del 2017, su aprobación subió 13 puntos, de 29% (el nivel más bajo registrado en su gestión) a 42%.

Para el politólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú Fernando Tuesta, el año pasado surgieron críticas contra la comuna de Lima por su accionar durante las emergencias de El Niño costero o las deficiencias en las obras del ‘by-pass’ de 28 de Julio, las cuales afectaron la imagen de Castañeda.

“Sin embargo, esa ola de cuestionamientos ha bajado porque la opinión pública ahora se centra en el Gobierno nacional. Hay un relajamiento del control de la ciudadanía en los temas de Lima, y eso sin duda beneficia al alcalde”, señala.

El analista político Diethell Columbus indica que en un contexto político y social en el que la oposición a la gestión del alcalde se ha dispersado es más probable que Castañeda pueda recuperar el apoyo de la ciudadanía. “Un sector de la oposición está vinculado a la anterior gestión [la de la ex alcaldesa Susana Villarán], que está siendo cuestionada actualmente por sus vínculos con Odebrecht durante la campaña del No a la revocatoria. Esa situación ha reducido los espacios para que se pueda fiscalizar la ineficiencia o corrupción de la actual gestión”, precisa Columbus.

—Perfil bajo—
Castañeda también ha reducido en los últimos meses sus apariciones públicas y ha retomado su estilo de declarar muy poco a los medios. Según Tuesta, esta estrategia de comunicación ha surtido efecto para mejorar en las encuestas. “El mote de ‘Mudo’ que se le pone puede ser traducido como el que no habla, pero hace obras”, dice.

Por otro lado, Columbus indica que el nuevo reto de la gestión Castañeda será superar los cuestionamientos que harán los candidatos a la alcaldía de Lima cuando arranque la campaña electoral 2018.

“La autoridad en ejercicio será su punto de referencia para generar polémica y captar votos. Le lloverán críticas a la municipalidad. La pregunta es si Castañeda habrá consolidado su aprobación para ese entonces”, explica el analista. 

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