A 24 días de la deflagración de Villa El Salvador (VES) se han señalado varias responsabilidades. Luis Guzmán Palomino, chofer del camión-cisterna que causó la fuga de gas licuado de petróleo (GLP), quedó bajo comparecencia restringida mientras que su hijo, Luis Enrique Guzmán Escriba, representante de Transgas LG, empresa dueña del camión, es buscado por la policía.
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La responsabilidad también recayó sobre el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) por autorizar el transporte de hidrocarburos en estos vehículos sin que sus ingenieros los revisen. La entidad entró en reestructuración dos semanas después de los hechos y su presidente ejecutivo, Daniel Schmerler, se vio presionado a renunciar.
Pero en esta cadena de responsabilidades poco se ha indagado sobre la pista y el peligroso desnivel contra el que chocaron las válvulas y los ductos del camión. El Departamento de Seguridad de Estado de la Policía Nacional estableció en su investigación que estos defectos viales de la Av. Mariano Pastor Sevilla (en el cruce con la Av. Villa del Mar) fueron determinantes en la deflagración.
¿Quién hizo la pista? ¿Por qué está en ese estado? Ese 23 de enero, el alcalde de VES, Kevin Yñigo, llegó al lugar, se paró sobre el desnivel, lo miró y evadió las interrogantes muchas veces. Pero a tanta insistencia, rodeado por micrófonos y cámaras, dijo sin firmeza que “fue una obra hecha en la gestión anterior”. O sea, en la de su hermano Guido Iñigo Peralta. No dio más detalles. Días después, en una entrevista televisiva, Kevin Yñigo confirmó que esa pista tenía cinco años de haber sido arreglada.
El alcalde se refiere a una obra de rehabilitación y mejoramiento ejecutada entre junio del 2014 y mayo del 2015 bajo la modalidad de administración directa por la Municipalidad de VES. Uno de los trabajos fue en las vías principales (código SNIP 294979) por S/9,7 millones y el otro en las vías auxiliares (código SNIP 306295) por S/9,9 mlls. Todo sumó S/19,6 millones.
La obra la ejecutó directamente el municipio, pero para la adquisición, suministro y colocación del pavimento se contrató a la Constructora MTL E.I.R.L., una empresa dedicada –según la Sunat– al transporte de carga por carreteras, construcción de edificios y venta de artículos de ferretería. A esta empresa le pagaron, en total, S/12,4 millones.
—Algo se hizo mal—
El pavimento que colocó la Constructora MTL fue de concreto, un material diez veces más resistente que el asfalto. Según las especificaciones técnicas, este concreto colocado tanto para la vía principal como para la auxiliar de la Av. Mariano Pastor Sevilla debió tener una resistencia de 350 kg/cm2. Eso es, como mínimo, 14 bolsas de cemento por cada metro cúbico de la mezcla, explicó el ingeniero de pavimentos Néstor Huamán. “Debería ser un concreto de muy buena calidad y no debería fallar en 50 años”.
La pista debería, además, tener un espesor de 16 cm con una base de 20 cm, de acuerdo con las bases. Según Huamán, la remodelada avenida Mariano Pastor fue diseñada para “soportar tráfico pesado con camiones de hasta treinta toneladas” sin tener problemas de desniveles, grietas o destrucción del pavimento.
Este desnivel parece haber sido una falla desde el inicio al no haberse hecho trabajos de nivelación en este cruce, opina el ingeniero de tránsito David Fairlie, de la asociación Cruzada Vial. “Las calles pueden tener pendientes, pero al llegar a las intersecciones deben nivelarse”.
Fairlie cree, además, que el desnivel (55 cm de distancia en altura entre la pista principal y auxiliar, según la PNP) puede haberse pronunciado por un asentamiento del suelo. “Eso sucede cuando, antes de pavimentar, no se compacta bien el terreno”.
Para Huamán, también hubo un problema de diseño y topografía, y a eso le agrega un mal proceso constructivo del chaflán, que es esa especie de rampa hecha para empatar el desnivel de ambas pistas.
“Este chaflán estuvo mal hecho. Cuando cae sobre la pista auxiliar, está roto. Posiblemente, el concreto no tuvo la resistencia adecuada y, por eso, se está deteriorando prematuramente”. Habría que hacer –dice Huamán– pruebas de laboratorio para determinar si el concreto tiene una resistencia de 350 kg/cm2 en toda la pista, pues las grietas y desniveles no solo se ven en la esquina del accidente.
—Presuntas irregularidades—
Además de las sospechas por la calidad de la obra, existen indicios de que su contratación se realizó de manera irregular, entre otras causas porque, en papeles, la construcción de esta pista estuvo a cargo del municipio, pero, en la práctica, ello se encargó a una empresa, en este caso Constructora MTL.
Ricardo Kanashiro, abogado especialista en contrataciones con el Estado, revisó las bases y los contratos, y encontró que, pese a que el nombre del contrato hacía referencia a suministrar y colocar concreto, en realidad abarcaba trabajos adicionales de compactación, curado y otros hasta completar la pista.
“En la realidad no se compró concreto. Aparentemente, se contrató la obra de la pista ya lista”, dice. En su opinión, eso se trataría de un “maquillaje” para evadir las formalidades de un contrato de obra como la existencia de un expediente técnico, pero también para limitar la competencia y la responsabilidad del proveedor frente a reclamos.
Al haberle dado el municipio la figura de una obra bajo administración directa, toda la responsabilidad por el resultado sería asumida por el mismo municipio. Bajo esa forma, según Kanashiro, aun demostrándose una mala calidad en el concreto o en la ejecución de la pista, la empresa no tendría que asumir ninguna responsabilidad porque fue contratada para entregar un bien y no por “todo el componente de la pista [obra] como en la práctica sucedió”.
Además, según el reglamento de la Ley de Contrataciones, la garantía mínima por la ejecución de una obra es de siete años, mientras que por la entrega de un bien (como en este caso) es de un año. Esto favorece al proveedor, que no tendría que asumir responsabilidades así la pista que hizo fallara.
Constructora MTL, representada por César Samuel Pérez Villavicencio, es ‘caserita’ en el municipio de VES. Desde el 2011 hasta la fecha, la empresa suma S/157 millones en contratos con el Estado, de los cuales S/91 millones los hizo con este municipio de Lima sur en más de 40 proyectos, entre ejecuciones de obra, bienes y servicios.
En el 2017, en un contrato de S/5,9 millones con la Mancomunidad de Lima Sur, construyó las veredas de la Av. Pastor Sevilla. Dos años después, están agrietadas y destruidas. El año pasado, hizo las pistas y veredas internas del grupo 19, sector 2, donde ya hay veredas con pavimento rajado, bases carcomidas y postes colocados en medio de ellas.
Encontramos también rampas demasiado empinadas. Este problema se observa en la obra del grupo 25, sector 3, el barrio afectado directamente por la deflagración. Ambas obras, que son algunas de las que visitó El Comercio esta semana, se entregaron el año pasado y costaron en conjunto más de S/3,4 millones.
Más allá de estos proyectos, el Ministerio Público tiene abierta una investigación en la que se espera sean sindicados los responsables de la muerte de 30 personas en la deflagración. El estado de la pista por donde pasaba el camión con GLP y el desnivel contra el que impactó son claves en la tragedia. Constructora MTL y el municipio de Villa El Salvador tienen respuestas pendientes que dar a las autoridades.
El OSCE investiga la obra de Pastor Sevilla
El Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) investiga las obras de mejoramiento y rehabilitación de la Av. Mariano Pastor Sevilla, ejecutadas en el 2014 y el 2015 bajo administración directa de la Municipalidad de Villa El Salvador y con participación de la Constructora MTL E.I.R.L. en el suministro y colocación de 144 mil metros cuadrados de pavimento de concreto.
El Comercio solicitó esta semana una entrevista con funcionarios de la comuna de VES para esclarecer las circunstancias en las que se ejecutó la rehabilitación. El área de prensa del municipio indicó que ningún funcionario declararía sobre el caso por estar en investigación. Lo que sí precisaron es que el OSCE se llevó toda la documentación de las obras relacionadas con el caso.
Según la comuna, el alcalde de Villa El Salvador, Kevin Yñigo, aún no ha sido citado por fiscalía como parte de la investigación abierta por la muerte de 30 personas.
Buscamos, además, a los representantes de la Constructora MTL E.I.R.L. en sus oficinas de la calle German Schereiber, en San Isidro. En recepción, informaron que no se encontraba ninguno de ellos. Escribimos a la dirección electrónica de la empresa, pero tampoco hubo respuesta.