María Palacios,Jannette Mallqui , Alisson Olivos, Julia Huancahuire, Joys Qqueccaño, Judith Machaca. Ellas son algunas de las 121 mujeres que fueron asesinadas por su parejas o exparejas el año pasado en plena pandemia por el COVID-19.
MIRA: Judith Machaca: la joven que fue hallada enterrada en un pozo dos meses después de haber desaparecido
Hace exactamente un año, el Ejecutivo estableció una estricta cuarentena en el país para evitar los contagios por el coronavirus. ¿Cuál fue el estado de la violencia de género durante la emergencia sanitaria dictada en el 2020? Una reciente publicación, elaborada por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh) y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), advierte que la violencia de género no solo se mantuvo durante el confinamiento, sino que, debido a las restricciones que se establecieron, hubo muchas denuncias por agresiones a mujeres que no se llegaron a concretar, por lo que pudo haber aumentado.
“Hay una cifra oculta porque las condiciones de confinamiento y la vulnerabilidad por el estado de emergencia y el riesgo de contagio ocasionó que haya un porcentaje que no ha llegado a comunicar la denuncia de los actos de agresión y lo hemos podido contrastar con la proyección que hemos hecho en función de cómo se iban manejando los registros de los casos de violencia. En algunos casos, hay disminución entre marzo y julio y eso es por la falta de las atenciones presenciales por eso esta diferencia no supone una baja en los casos que no fueron visibilizados”, explica Mariella Valcárcel, directora general de Asuntos Criminológicos del Minjusdh.
La publicación ‘La otra pandemia en casa: Situación y respuestas a la violencia de género durante la pandemia por la COVID-19 en el Perú” fue presentado el último viernes de manera virtual como el primer documento que analiza lo que se vivió en el país desde el año pasado.
“La pandemia nos ha demostrado que cuando las personas se confinan, el espacio doméstico debe brindarles protección. Sin embargo, se pueden producir daños, riesgos y desventajas por la violencia”, dijo la ministra de la Mujer, Silvia Loli, en la presentación del estudio.
Las llamadas
Una de las primeras evidencias del aumento de la violencia de género durante la pandemia que ha recogido la investigación es el registro de llamadas y mensajes recibidos a la Línea 100 y al Chat del MIMP.
Entre mayo y octubre del 2020, las llamadas se duplicaron (23.579) en comparación a la proyección estimada de las llamadas registradas en el mismo periodo entre el 2017 y 2019 (10 mil).
De igual manera, entre mayo y junio hubo 11 mil mensajes más que los recibidos en el mismo periodos en el 2018 y 2019.
Esta situación se debe al cierre de los servicios presenciales de los Centros de Emergencia Mujer (CEM) durante los primeros meses de pandemia. El estudio proyecta que se dejaron de atender a 122 mil mujeres por esta medida.
El documento precisa que la adaptación de los servidores y servidoras públicas al funcionamiento de los servicios a modalidades remotas ha sido muy compleja y limitada en el sector justicia y los sectores que ofrecen servicios para las mujeres víctimas de violencia. Después de junio, cuando empezaron a flexibilizarse las restricciones, se registraron incrementos en las atenciones presenciales pero estos estuvieron por debajo de las cifras del 2018 y 2019. Recién en noviembre del 2020 se podría hablar de una recuperación.
“Los servicios y atenciones para prevenir la violencia supusieron dificultades, pero pese a ese reto, luego se pudo dar un giro efectivo que permitió que se adaptaran. Los CEM a partir de noviembre del 2020 empezaron a registrar cifras similares a inicios del 2020. Respecto al Servicio de Atención Urgente (SAU), por ejemplo, sí ha logrado mantener el ritmo de trabajo incluso durante el periodo de confinamiento más rígido. Superaron sus valores históricos. Esto demuestra que los servicios del MiMP se han mantenido de forma permanente como compañía de las víctimas”, refirió Valcárcel.
Feminicidios
En el caso de los feminicidios atendidos por el programa Aurora, se evidencia que no disminuyeron mucho entre abril y junio del 2020 en comparación con las cifras del 2018 y 2019. Se calcula una brecha de 45 atenciones. Sin embargo, lo que sí disminuyó a cero en este tiempo fueron las atenciones por intento de feminicidio.
La publicación recuerda algo importante para la interpretación de esta data: “Sobre esta violencia extrema dirigida hacia las mujeres la lectura debe ser muy cuidadosa, ya que, si bien es cierto en algunos meses se registraron 0 atenciones esto no necesariamente significa que este tipo de violencia no se haya dado, pudiendo reflejarse de mejorar manera a partir de las denuncias ingresadas por el delito de feminicidio consumado o en grado de tentativa en la Policía Nacional y el Ministerio Público, principalmente”.
Las denuncias por feminicidio también diminuyeron en el Ministerio Público al inicio de la cuarentena, pero recuperó sus valores tendenciales a partir de agosto.
Las detenciones
Lo que sí registró un aumento (84%) fueron las detenciones por agresiones a mujeres en el 2020. Esto debido al ingreso de casos en enero y febrero, sin embargo, no hubo una gran disminución durante la cuarentena. El 90% de las detenciones en general se dio en flagrancia.
De otro lado, al igual que las denuncias, las detenciones por feminicidio se redujeron en un 16% en el 2020. Su pico más bajo fue en junio del año pasado.
“Hubo menos detenidos porque hubo pocas denuncias debido a la cuarentena. La violencia se ha mantenido y no es que haya habido menos casos”, detalla Valcárcel.
Las medidas de protección
Un factor importante que también ha medido la situación de la violencia de género durante el confinamiento del año pasado, son las medidas de protección dictadas en ese periodo. Estas herramientas son vitales para poder evitar que las agresiones a mujeres terminen en feminicidios.
Según la publicación, en el 2020 hubo una disminución del 18% del total de medidas de protección otorgadas por el Poder Judicial. Específicamente, en el periodo de confinamiento, el documento calcula que unas 48 mil medidas de protección no otorgadas. Esta cifra se obtiene de la comparación de la proyección estimada en base a las tendencias de años anteriores.
Sin embargo, en algunos distritos judiciales como Ventanilla, Lima Sur, Ucayali, San Martín y Huánuco sí se registraron incrementos.
“Lo que concluimos es que durante la cuarentena del 2020 hubo mayor dificultad de las víctimas para denunciar. Aún con las dificultades, las entidades han buscado estar más presente. Frente a esta problemática, los registros de violencia coinciden a nivel mundial. Hay mayor vulnerabilidad de las mujeres en el confinamiento y eso se ve no solo en las cifras. La situación de violencia se ha mantenido durante los años anteriores, esto mismo confirma la constante que se viene dando en otros países”, finaliza Valcárcel.
VIDEO RECOMENDADO
Contenido sugerido
Contenido GEC