El jefe del Instituto Nacional de Salud (INS), César Cabezas, reiteró que la candidata a vacuna contra el COVID-19 que desarrolla el laboratorio Farvet aún no ha empezado la fase clínica.
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En su presentación ante la Comisión Especial COVID-19 del Congreso, Cabezas dijo que, en base a información proporcionada por el laboratorio de Manolo Fernández, la candidata que usa el virus de Newcastle ha concluido los ensayos preclínicos de experimentación en animales. Esta candidata propone una administración nasal y es una de las tres que investiga la empresa, en uno de los casos con apoyo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
“Hay muchas noticias en las que se dice que el Estado no apoya. Probablemente al aspecto monetario se refieren [...] El INS ha participado con aportes en el estudio preclínico, ha proporcionado el virus para que haga los experimentos, al grupo de animales vacunados y no vacunados, se ha determinado anticuerpos neutralizantes y el cultivo viral de tejidos”, dijo.
Cabezas precisó que lo que sigue es que Farvet presente el informe técnico sobre los resultados de los ensayos preclínicos que sea revisado por pares, tras lo cual “recién puede pedir los ensayos clínicos en voluntarios”.
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De acuerdo con el jefe del INS, antes de iniciar la etapa clínica, Farvet deberá conseguir un laboratorio certificado con Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) para la elaboración de las dosis que se usarán en los voluntarios. Esta fábrica con sede en Chincha no con cuenta con las condiciones necesarias al tratarse de una empresa dedicada al rubro veterinario. Tras este paso, se tendrá que llevar a cabo cada fase con un número específico de participantes para evaluar la seguridad y la eficacia de la candidata a vacuna.
“Esto puede durar 6 u 8 meses. No es tan rápido porque se harán ensayos con humanos y hay que tener sumo cuidado. En el Perú no se estaba haciendo estudios de Fase 1 porque para eso se necesitan condiciones adecuadas y eso tiene un costo. Farvet está buscando alternativas. La idea es sentarse con ellos de manera pública y transparente y decir a dónde podemos llegar porque todos queremos sumar. Tampoco es ir al otro extremo de decir ‘Vamos para Chincha que ya está la vacuna’, hay que hacer las cosas de manera adecuada. Creo que es una buena alternativa, pero hay que tomar todo con cautela porque al final son productos que se usarán en humanos”, enfatizó.
Las investigaciones de Farvet con las candidatas a vacuna se iniciaron el año pasado, pero generaron controversia cuando Manolo Fernández asegurara en varias entrevistas que había inoculado el producto biológico en sus trabajadores, su familia y él mismo pese a no tener autorización para hacerlo.
En enero pasado, Fernández declaró a El Comercio que sus declaraciones fueron una equivocación y que su laboratorio no continuaría con el ensayo clínico. Sin embargo, días después, el laboratorio emitió un comunicado en el que señalaban que habían tomado la decisión de sí seguir con el proyecto pese a lo dicho por su CEO.
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