El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rompió las relaciones diplomáticas con el Perú, luego de que el Estado peruano determinara que existió un intento de “consolidar el fraude” durante el proceso electoral del último 28 de julio. Esta decisión se vio acompañada de la expulsión de los funcionarios diplomáticos venezolanos, ocasionando que cientos se hayan reunido a las afueras de la Embajada desde hace más de un día para exigir la entrega de sus documentos en trámite. Del mismo modo, las autoridades del régimen de Maduro anunciaron la suspensión temporal de vuelos provenientes desde el Perú.
Este miércoles, la aerolínea Latam Airlines, que operaba una ruta de Lima hacia Caracas, anunció que “la autoridad aeronáutica venezolana ha determinado la suspensión temporal de todos los vuelos entre Perú y Venezuela desde el 31 de julio hasta el 31 de agosto del presente año”. En comunicación con El Comercio, Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (Aetai), detalló que la medida ha ocasionado la suspensión de un total de 64 vuelos, afectando a 6.346 pasajeros. “Por más situación compleja que se haya presentado, no recuerdo haber visto algo similar. Esperamos que esto no pase desde el 31 de agosto”, dispuso el entrevistado.
#AtenciónPasajeros: Debido a que la autoridad aeronáutica venezolana determinó la suspensión temporal de todos los vuelos entre Perú y Venezuela, nos vemos obligados a suspender nuestra operación desde el 31 de julio hasta el 31 de agosto de 2024. https://t.co/9CCK0FLhOk pic.twitter.com/upxRmXKXnl
— LATAM Perú (@LATAM_PER) July 31, 2024
Gutiérrez recordó que la conexión entre Lima y Caracas por medio de Latam inició hace aproximadamente un año. “Si uno mira hacia atrás, en los casi cuatro años de pandemia no hubo operaciones entre ambos países. Antes de eso, tampoco había mucho movimiento”, explicó. El vocero precisó que tanto el sobrevuelo sobre el cielo venezolano y “eventuales escalas técnicas, donde no subes ni bajas pasajeros, deberían ser libres”. También indicó que la prohibición no restringe el acceso de viajeros procedentes de Perú desde otros países, “pero al final es hacerte un viaje mucho más complejo”.
Cabe señalar que esta imposición del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) -anunciada el 29 de julio por el Ministerio de Poder Popular para el Transporte- también se dio hacia Panamá y República Dominicana. La autoridad venezolana argumentó que la decisión se tomó basándose en el principio de soberanía y “tomando en cuenta la presunción del uso de la aviación civil con fines no compatibles con los principios de seguridad”. Asimismo, determinó que fue una reacción ante “las acciones injerencistas de gobiernos de derecha, comprometidos abiertamente con los postulados ideológicos del fascismo internacional”.
#COMUNICADO 🚨 En rechazo al injerencismo de gobiernos de derecha y basados en la soberanía plena, anunciamos la suspensión temporal de los vuelos aerocomerciales, desde y hacia la República Bolivariana de Venezuela con Panamá y la República Dominicana, a partir del 31 de julio… pic.twitter.com/XIUu3YZ8X2
— Ministerio del Poder Popular para el Transporte (@TransporteGobVe) July 30, 2024
¿Qué hacer?
Ante la situación, la empresa Latam anunció que “ante esta situación, ajena a nuestra voluntad, y con el fin de entregar la mayor protección posible a nuestros pasajeros, se han definido flexibilidades comerciales para cambios o devoluciones sin ningún tipo de costo adicional, los cuales pueden ser gestionados desde la sección ‘Mis viajes’ en Latam.com”. “Latam Airlines Perú lamenta los inconvenientes que esta situación, ajena a su voluntad, pueda causar a los pasajeros y continuará monitoreando constantemente la coyuntura para brindar la información pertinente y oportuna a los clientes”.
Por otro lado, la compañía panameña Copa Airlines indicó que “con el objetivo de brindar atención a quienes tienen vuelos programados desde Panamá hacia Venezuela o viceversa con fechas posteriores al 31 de julio”, se han planteado tres alternativas. Se puede hacer el cambio de fecha y origen dentro de la misma región sin cargos adicionales, cancelar el viaje manteniendo el valor en créditos o solicitar el reembolso.
Sin pasaportes
El Comercio registró la multitudinaria presencia de venezolanos aglomerados a las afueras de la Embajada de Venezuela, ubicada en la cuadra dos de la avenida Arequipa en el Centro de Lima. La mayoría de los presentes anunciaron que están a la espera de recibir sus documentos de viaje que ya estarían listos. Cabe recordar que el pasaporte venezolano es considerado como uno de los más caros del mundo, llegando a costar más de trescientos dólares, sin contar las tarifas de entrega en Perú y pagos en efectivo a los funcionarios consulares. En total, un venezolano en el Perú puede pagar cerca de 550 dólares para renovar su libreta.
La principal queja de los ciudadanos extranjeros era la falta de información por parte de las autoridades extranjeras. Durante la madrugada de este miércoles, el cuerpo diplomático abandonó la sede y dese entonces no se ha reincorporado la atención pese a que -según sostuvieron los entrevistados- se estableció que el personal administrativo continuaría operando desde las nueve de la mañana. Sin embargo, esto no sucedió. “Solo queremos que llegue alguien y nos informe cuándo y dónde nos van a entregar los pasaportes. Es lo único que queremos, no queremos problemas ni nada. Todos estamos acá [esperando], la mayoría va a perder su día laboral”, dijo a El Comercio una ciudadana venezolana.
Para los presentes, esta acción es una venganza hacia la inmensa población venezolana en el Perú. La ausencia de un pasaporte es una situación más crítica cuando se contempla que el documento de identidad nacional de Venezuela solo se puede emitir y actualizar en territorio venezolano. Es decir, para muchos el pasaporte es el único documento de identificación que puede ser renovado fuera del país bolivariano. Por ejemplo, una estudiante venezolana de la Universidad Nacional Agraria La Molina contó a este Diario que no podrá iniciar sus estudios por no contar con el pasaporte vigente. “Me esforcé un año y medio para poder ingresar a una universidad nacional. Lamentablemente, para poder renovar cada ciclo me exigen un documento de identidad. ¿Cómo voy a renovar mi carné de extranjería si no tengo mi pasaporte? El pasaporte está acá [en la Embajada]. Pagué más de quinientos dólares para que esté acá”, crítico la joven.