La terapia para agresores de mujeres que combate la violencia
La terapia para agresores de mujeres que combate la violencia

'José' en realidad no se llama 'José'. Tiene 43 años, dos hijos varones y lleva ocho meses asistiendo al Centro de Atención Institucional (CAI) frente a la violencia familiar del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), ubicado en Carmen de la Legua, Callao, un servicio de intervención que trabaja con agresores judicializados. Esto luego de que el Poder Judicial lo sentenciara a recibir terapias psicológicas por cometer el delito de lesiones leves.  "Casi todos llegan renegando, molestos, negativos. Para ellos asistir al programa es una pérdida de tiempo, una injusticia", asegura Omar Lazo Bazán, encargado de realizar las terapias psicoeducativas.  "Al principio renegaba, porque la sentencia me parecía una exageración. Ahora que estoy a punto de terminar, no quiero que terminen", admite 'José', un taxista que está aprendiendo a luchar contra sus demonios. Según nos cuenta, el equipo interdisciplinario le ha enseñado a resolver conflictos sin ser violento. A pensar antes de actuar, a que tomen conciencia. El objetivo del programa es que aprendan a relacionarse y conducirse en una relación de pareja basada en el respeto y la igualdad de género.  Así como él, 1.822 agresores han sido condenados a nivel nacional por el sistema de justicia para ser reeducados desde que funciona los CAI (hace seis años). El problema es que solo existen tres en todo el país (Breña, Callao y Ayacucho) y hay altos niveles de deserción. "Un 50% de los condenados vienen una sola vez o nunca se presentan", denuncia Ysabel Guillén, coordinadora nacional de este programa del Estado. Eso sin contar que no existen espacios particulares que atiendan de manera gratuita e integral a aquellos que desean buscar ayuda. ¿Quieres leer más de esta nota? Encuentra la versión completa hoy en Somos.

Mujeres del gobierno empoderan movimiento (vía ) — El Comercio (@elcomercio)

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