Autos destartalados, combis cuyas puertas se caen o están amarradas apenas por sogas, coasters con la carrocería expuesta son el resultado de años de uso de estas unidades de transporte público, una vida útil que ya debería terminar para dar paso a vehículos más modernos, más seguros y menos contaminante. Sin embargo, un resolución del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a pedido de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), asesta un nuevo golpe a nuestra lenta y contradictoria reforma de transporte. Con esta norma se da luz verde para que unidades con hasta 35 años de antigüedad puedan circular.
Ronald León, director de la dirección de fiscalización y sanción de la ATU, conversó con El Comercio y explicó las razones para solicitar la ampliación de esta autorización. El objetivo es tener un mayor control sobre la unidades, y aunque aceptan que la decisión pueda resultar controversial, aseguran que a mediano plazo será efectiva.
¿A qué responde la decisión para solicitar la ampliación de esta autorización?
Sobre ese tema hubo una evaluación que se había venido haciendo ya hace algunos meses, justamente para determinar la ejecución del anterior cronograma. Es decir, saber si íbamos a tener todas las condiciones necesarias para asegurar un servicio de transporte de calidad. En ese interín justamente se llegó a tener información sobre la materia de análisis que nos llevaba a tomar la decisión de ampliar ¿Qué es lo que se verificó? Uno, el tema del desabastecimiento. Si bien hay un cuestionamiento por ese lado, desde el lado de la ATU, lo que se hizo fue recabar información de las principales empresas que justamente se dedican a la manufactura, el ensamblaje de estos vehículos y tomamos conocimiento que la capacidad que tienen estas empresas es mínima. Estamos hablando de aproximadamente 700 vehículos en el año. Solo pueden poner en el mercado 700 vehículos en su máxima capacidad. Con el cronograma que le teníamos vigente, estábamos hablando de 3.000 vehículos hasta el cierre del 2024, lo cual, evidentemente, iba a tener un perjuicio.
Estos vehículos, si bien los podemos sacar formalmente, se van a ir a la informalidad. Y eso, pues, obviamente, implica otro tipo de acciones que a veces son limitadas (por parte de la ATU), considerando justamente los recursos y las necesidades. Entonces, con el objetivo de promover la formalidad y de generar incentivos a las empresas se tomó esta decisión.
¿Qué se está haciendo con el plan regulador de rutas?
Ahora la ATU viene trabajando ya en este plan regulador de rutas que justamente busca el ordenamiento del transporte de Lima y Callao. Las rutas antiguas y algunas nuevas, incluso, en zonas donde antes no había transporte público. Para eso, ahí se van a fijar los años de autorización. Si bien partimos de cinco años, también hay incentivos que se van a generar a través del reglamento que se publicó el año pasado. En este se detalla que por ejemplo, si inviertes el vehículo a gas o eléctrico, los años de autorización pueden ser mayores. Entonces, se está considerado que se necesitan tener toda esta reglas claras para que las empresas puedan invertir.
¿Qué va a pasar con el chatarreo?
El chatarreo es otra de las medidas que va a favorecer la renovación de parques automotores, fundamentalmente el voluntario. Si bien es cierto, la ATU ya viene reactivando en chatarreo obligatorio, que en el marco del reglamento ya se han venido realizando, lo cierto es que se necesitan otras medidas. Por ejemplo, el chatarreo voluntario para que las empresa a través de ello reciban un incentivo que les permita seguir invirtiendo. Sobre el proceso de chatarreo voluntario ahora mismo está pendiente emitir la metodología de cómo se va a hacer este cálculo, cómo se van a hacer estos pagos de cada una de las empresas. Este es un proceso que se viene llevando a cabo con el MTC y hay el compromiso de que podamos tenerlo pronto.
¿Cuántos vehículos se han chatarreado durante las gestiones de José Aguilar y la gestión de la señora Marybel Vidal?
En los últimos dos años son más de 60 vehículos que se han chatarreado. En la última gestión, de la señora Maribel Vidal, hemos iniciado con cuatro vehículos. Pero ahora tenemos en proceso un grupo mucho mayor que ya seguramente se va a anunciar en los próximos días. Obviamente, va a haber un número mucho más grande, hablando del chatarreo obligatorio. En el mes de diciembre se publicó una modificación al decreto de urgencia, justamente donde se recogió el chatarreo. Y se incluyen otros escenarios. Uno de los escenarios más importantes y que ya lo habíamos venido pidiendo desde hace algún tiempo, era que también se puedan chatarrear vehículos que tienen medidas de embargo y eso ya se destrabó. Ahora mismo el MTC está por emitir el reglamento de esa modificación, que va a permitir justamente ampliar el radio de acción. Entonces, se espera que para este año se pueda incrementar ese número de vehículos de chatarreo obligatorio.
¿Cuántos vehículos de transporte público hay?
Son más de 21.020, habilitados de todas las 490 rutas que ahora mismo hay autorizadas, y son casi 3,000 los que deberían salir, que ya exceden los 20 años de antigüedad.
Al señalar que si “se retiran estos vehículos (antiguos) se van a ir a la informalidad”, lo que ocurre ahora es que la práctica están en la informalidad. Entonces, ¿Dónde la radica la importancia del cambio?
De alguna manera estos vehículos que son, apenas formales, desde el lado de la ATU nos permite tener un control mucho mayor, a diferencia de si estuvieran simplemente al libre albedrío. Cuando entre en vigencia el nuevo reglamento que te comentaba, vamos a disponer de otra herramienta como el GPS, y eso nos va a permitir que nosotros podamos controlar estos vehículos formales y ya sin necesidad de estar en la calle. Por ejemplo, vamos a poder trazar información en línea para conocer si tiene sus documentos en regla, que ha pasado por su CTV, etc. De alguna manera, se limita ese riesgo, a diferencia del vehículo que totalmente es informal y pues ahí es como estar a la caza. Entonces, sí creo que hay una diferencia ahí y, de todas maneras, tomar esa decisión, aunque sea, pues, de alguna manera, controvertida, sí resulta siendo más beneficiosa que si te hubiera permitido el albedrío inmediato de todos estos vehículos.
¿Desde cuándo empieza a regir el tema del GPS?
Está pendiente la entrada en vigencia del reglamento a partir de la publicación del TUPA. Nosotros ya esperamos que sea este año de todas formas. Estamos trabajando en eso.
¿Cuáles son las diferencias y beneficios del chatarreo voluntario y obligatorio?
El chatarrero tiene dos formas. El obligatorio y el voluntario. En el primero, de acuerdo a la normativa que está vigente, pasan por un procedimiento administrativo sancionador, y una vez que se declaren en abandono, ya pueden ser chatarreados y salir del mercado. El tema con el chatarrero voluntario es que no necesita reunir las condiciones que persigue el chatarrero obligatorio. Por ejemplo, que tenga más de quince años de antigüedad. En el caso del voluntario, pueden ser casos de empresas que sin necesidad de que sean vehículos antiguos, quieren tener estos incentivos de más años de autorización, y quieren reemplazar sus unidades por vehículos a gas o eléctricos y así tener ese incentivo.
¿Desde hace algún tiempo no se han vuelto a licitar nuevas rutas de los corredores, de hecho hay menos rutas actualmente ¿Cómo va ese tema?
Ese es un tema que se ha venido trabajando con el MTC, hay un proyecto que esperamos pueda próximamente ver la luz, y permitiría destrabar este tema, porque somos los principales interesados en licitar esos nuevos paquetes, a que se reemplace la flota, pero sí hay temas que, al ser contratos de concesión y que en muchos casos también han terminado en arbitrajes, requieren un desarrollo directo. Entonces, para eso se vienen trabajando en estos temas normativos en coordinación con el MTC. Yo creo que sí se está avanzando y esperamos tener resultados concretos lo antes posible.
¿Cuántas rutas se han reordenado o eliminado, ya que muchas están superpuestas?
Ahora mismo son 490 rutas que están vigentes, por así decirlo. La cifra final de cuántas se van a modificar, eliminar o incrementar, es lo que se va a discutir con la versión final del plan regulador de rutas. Todavía tiene que cerrarse el proceso de evaluación, que ha incluido sociabilización con las empresas, también con concesionarios de los corredores, porque hay rutas que también afectan su recorrido, pero sí lo que te puedo decir es que hay algunas modificaciones. Se están incorporando algunos lugares donde no había transporte público.