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No te pases

Una autopista de solo 9,7 kilómetros de longitud es capaz de reunir por sí sola todos los problemas viales de Lima: conductores negligentes, una riesgosa infraestructura y falta de control por parte de las autoridades.

Se trata de la Ramiro Prialé, una vía que conecta la salida de Lima con la Carretera Central y con los distritos de Ate y Lurigancho-Chosica, y donde se inicia el camino desde la capital hasta la zona central del país.

Esta vía ha sido convertida en un verdadero caos, donde confluyen el tráfico y la imprudencia de los choferes que circulan en sentido contrario en algunos tramos.

El problema comienza en la zona de Las Torres, paralela a un cementerio ubicado en Huachipa. En este sector la vía solo tiene dos carriles por sentido, pero los choferes la convierten en una pista de cuatro, generando un cuello de botella y un intenso tráfico entre La Atarjea y el zoológico de Huachipa.

Para evitar la congestión, varios kilómetros detrás, al inicio de la Ramiro Prialé, cada tarde desde las 6:00 p.m. decenas de vehículos cruzan la berma central de tierra (aprovechando los guardavías rotos) hasta llegar a la pista que va en sentido contrario y circular por ahí, evadiendo el tráfico en el sentido correcto y así ganar hasta media hora de tiempo.

Otro punto donde se comete esta infracción (tipificada en el Reglamento Nacional de Tránsito como la M16, una falta muy grave y que acarrea una multa de S/498) es en el desvío hacia Cajamarquilla, que es utilizado como acceso a la autopista contraria. Así, los choferes continúan su marcha, esquivando camiones, tráileres, minivanes y a otros vehículos que no esperan encontrarse frontalmente con el avance de estos sujetos.

—Sin vigilancia—
Varios usuarios en las redes sociales y lectores de #NoTePases indican que esta mala maniobra sucede desde el 2016; sin embargo, denuncian que no existe control policial en más de cinco kilómetros.

En los últimos cuatro años dos personas han fallecido y más de 10 han resultado heridas en accidentes en la autopista Ramiro Prialé. Si bien no hay muertes por estos autos que van en contra, la mayoría de casos son de vehículos que circulaban por la vía auxiliar o por la mala visibilidad y señalización.

El último caso grave sucedió el 4 de julio, cuando un auto de placa F2P-195 impactó contra un camión que transportaba ladrillos. El chofer del auto abandonó el lugar y se dio a la fuga.

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