El pasado lunes, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, entregó el cuarto tramo de la antigua Panamericana Sur, que comprende desde Lurín hasta Santa María del Mar.
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Entre los trabajos contemplados en la renovada vía, que fue diseñada durante la anterior gestión municipal a cargo de Luis Castañeda Lossio, se incrementó un carril por sentido y se pasó de dos carriles a cuatro.
El ingeniero de transportes David Fairlie aseguró que el incremento de los carriles debe ser justificado según el flujo vehicular de la zona. No obstante, resaltó que al ampliar la vía se genera un conflicto con los peatones.
“La mayoría de accidentes se da porque hay cuatro carriles y velocidades muy altas, ahora los peatones deben cruzar el doble de distancia en una vía sin semáforos. Están expuestos a la buena voluntad de los conductores”, señaló Fairlie.
La Municipalidad de Lima informó a El Comercio que el aumento de carriles se realizó “para mejorar la transitabilidad en la zona, sobre todo en temporadas de verano”.
La comuna indicó que el flujo de vehículos en la antigua Panamericana Sur en el 2017 era de 4.350 por día, según el Índice Medio Diario (IMD) de ese año.
Para Fairlie, esa cantidad no amerita el incremento de tramos en la antigua Panamericana Sur. “[En] una carretera de solo dos carriles (uno por sentido), con carriles de giro, aceleración y desaceleración, bermas laterales adecuadas, etc., pueden transitar hasta 18.000 autos por día”, explicó.
—Ciclovías peligrosas—
La obra incluye una ciclovía segregada. Este Diario recorrió toda la nueva infraestructura y observó que en dos tramos de la vía, uno entre Punta Hermosa y Punta Rocas y, el otro, entre San Bartolo y Santa María del Mar, la ciclovía cruza la carretera. Los usuarios, al hacer este giro de 90°, se exponen a ser atropellados.
El urbanista Aldo Facho Dede resaltó que esta ciclovía “no estaría cumpliendo ciertos aspectos” señalados en el “Manual de criterios de diseño de infraestructura cicloinclusiva”, elaborado por la Municipalidad de Lima.
El punto 4,5,1 de ese manual señala que en los criterios de diseño para intersecciones seguras se debe “considerar la reducción de velocidad y la buena visibilidad como factores claves”.
“Hablamos de reductores de velocidad para los vehículos. De no hacerlo, se pone en alto riesgo la salud y seguridad de los ciclistas”, precisó Facho.
La comuna indicó que sí cuentan con señalización horizontal (pintura en la calzada) y vertical en los cruces. “Se invoca a los conductores de vehículos que transitan por este tramo a respetar la señalética instalada y acatar los límites de velocidad existentes en esa vía”, agregó la entidad.