Día a día, decenas de miles de personas llegan a Lima por medio del aeropuerto internacional Jorge Chávez. Solo en el 2022, Lima Airport Partners (LAP) –empresa operadora del terminal aéreo- recibió cerca de 18 millones de pasajeros, muchos de los cuales tuvieron como destino final la ciudad capitalina. Es decir, miles de visitantes dejaron las inmediaciones del aeropuerto, llevándose como primera impresión el intenso tráfico de la zona.
En el 2022, Lima continuaba figurando en los primeros puestos en el índice de tráfico vehicular elaborado por la compañía especializada TomTom. En base al centro de la ciudad, la capital peruana se consagró en el octavo lugar de 390 ciudades analizadas a nivel mundial. Bajo la medición de toda zona metropolitana más grande de cada ciudad, Lima obtuvo el cuarto puesto.
Lima la lenta
Tras una investigación realizada por El Comercio, para la cual se recopiló información a tiempo real del tráfico en seis ciudades de América del Sur, se pudo conocer que Lima es la metrópoli -de las seis seleccionadas como muestra- donde se registra el mayor tráfico vehicular en el recorrido más común entre sus turistas.
Las seis ciudades seleccionadas fueron Bogotá, Lima, Montevideo, São Paulo, Santiago y Buenos Aires, ubicados en los puestos uno, cuatro, 21, 27, 41 y 43 en el ránking de tráfico. Empleando la información de Google Maps y TomTom se pudo recopilar datos que permitieron conocer cuál era la velocidad promedio con la que se transita en cada caso, desde las 5 p.m. hasta las 9p.m., desde el aeropuerto de cada ciudad hasta la zona más turística.
Los resultados eran, por lo menos, esperables. A diferencia de las otras ciudades, Lima mantuvo el intenso tráfico vehicular a lo largo de las cinco horas de muestra, mientras que las otras metrópolis tenían horas pico más delimitadas. No solo eso, la velocidad promedio en la capital peruana fue la más lenta de toda la muestra.
Por ejemplo, la velocidad promedio de las seis de la tarde -las mediciones se hicieron respetando la zona horaria de cada ciudad- de Lima fue de tan solo 23.76 kilómetros por hora. En Santiago de Chile, la ciudad con menos congestión, según mostró el estudio, el promedio fue de 35.94 kilómetros por hora. La diferencia con Montevideo, la segunda con mayor congestión en este espacio horario, mantuvo 27.78 kilómetros por hora.
Una mala primera imagen
El Comercio conversó con Alfonso Florez, especialista en transporte y gerente general de la asociación civil Transitemos, quien criticó la falta de infraestructura vial que permitiría mejorar el tránsito. “Efectivamente, nuestras vías de acceso al aeropuerto ya son obsoletas ante crecimiento de la ciudad. Cuando el aeropuerto se construyó en esa ubicación, la ciudad no era tan grande ni extensa, ni tampoco el parque automotor, evidentemente”, señaló el vocero.
Explicó que durante el gobierno de la exalcaldesa Susana Villarán, “se detectó que Lima tenía un déficit de 700 kilómetros de vías en la capital”. Incluso, resaltó que existen diversas obras -como el acceso al terminal aéreo por la Costa Verde- que aún permanecen siendo un problema por la falta de licitaciones y la dejadez de las autoridades. “Sí. Hay un déficit de infraestructura vial que conduce al aeropuerto, lo cual genera una mala imagen porque hay que utilizar las rutas altamente congestionadas”, resaltó.
Florez hizo hincapié en que, mientras en el Perú se sigue pensando en la movilidad particular, en otras naciones vecinas “tienes metros, tienes buses de alta capacidad, no existen los mototaxis. Hay un sistema de control de tráfico centralizado, electrónico, sin policías. Es decir, hay un montón de medidas que se pueden aplicar para mejorar la fluidez del tráfico, aun con infraestructura existente, mientras nuestra lentitud para [ejecutar] infraestructura se va corrigiendo”.
“Hay que empezar por potenciar un transporte público masivo de alta capacidad. Hemos ‘involucionado’ en el sentido de que [continuamos movilizándonos] con vehículos menores. En vez de ir hacia la macro transportación con metros, buses de gran capacidad, nos seguimos atomizando y eso genera congestión, porque en realidad el parque automotor del Perú no es un parque automotor excesivo. Tenemos menos vehículos por habitante que la mayoría de países que nos rodean en América Latina”, concretó el especialista.
Por su parte, Juan Stoessel, CEO de Casa Andina y vicepresidente de la Cámara de Turismo de Cusco, alertó a este Diario que esta situación afecta la llegada de turistas. “La gente que viaja por vacaciones lo que busca son destinos seguros, donde no se tomen mucho tiempo para llegar al destino final o trasladarse. Sin lugar a dudas, [el tráfico de Lima] afecta”, indicó. “Lo que sí es cierto es que el corredor que se ha hecho entre el Jorge Chávez y la zona hotelera de Lima ha mejorado con la última ampliación de la Costa Verde. Está un poquito mejor [pero] igual no es agradable y ojalá que con el nuevo terminal y con la avenida Santa Rosa, eso cambie completamente”, agregó Stoessel.
El empresario también resaltó la ausencia de un sistema integrado de transporte. ”Al no haber transporte público, hay demasiados carros particulares y taxis y eso es lo que creo que [genera] un tremendo atasco, al margen de la cantidad de combis informales y ahora todo tipo de carros haciendo de transporte público. A eso se le suma que no se han hecho obras viales importantes en los últimos años”, arguyó. Finalmente, concretó que todas estas mejoras ayudarían a la capital peruana a tener una menor “carta de presentación entre los turistas”, ya que se trata de la primera impresión que se llevan los visitantes que llegan a Lima.