La Gerencia de Transporte Urbano (GTU) de Lima, a través de su gerente general, Miguel Sidia Carrasco, reconoció ayer a este Diario que la capacidad operativa que tiene no es suficiente para combatir la circulación de combis piratas en la capital.
Sidia asegura que cuentan con “algo más de mil inspectores” para fiscalizar a los miles de combis piratas que operan todos los días en Lima, sin considerar los miles de taxis informales que trabajan de la misma manera fuera de la ley.
No obstante, el gerente de la GTU de Lima destaca que, pese a la poca cantidad de inspectores, realizan labores de fiscalización los siete días de la semana y las 24 horas. “Sabemos que los recursos que tenemos no son los suficientes y que no tenemos todas las grúas que quisiéramos tener, pero, al margen de eso, vamos a seguir con los operativos de control hasta que la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) nos diga que no”, dice.
La respuesta de Sidia se da como consecuencia de un documental difundido ayer por El Comercio que expuso, entre otras cosas, cómo una flota de 40 combis piratas puede generar en la capital hasta S/10 millones al año con total impunidad.
—Más facultades—
El coronel Franklin Barreto, a cargo de la División de Investigación de Accidentes de la PNP, indica que es necesario, aprovechando la implementación de la ATU, recuperar el principio de autoridad en la fiscalización del transporte público en Lima, donde cada día son sancionados en promedio 46 de estos vehículos. Casi dos unidades cada hora.
Como alternativa de solución, el coronel PNP propone que sea la ATU la llamada a empoderar a una institución en las tareas de fiscalización.
Hoy, la PNP fiscaliza las infracciones de tránsito, mientras la GTU de Lima las de transporte público, como es el caso de la ‘bestia’ de Petit Thouars, la coaster de placa B1B-741 que debe S/3 millones en papeletas y sigue circulando en Lima.
Barreto indica que, en su experiencia, los inspectores de transporte no cuentan lamentablemente con la autoridad necesaria frente a los inescrupulosos choferes informales. Por ello, plantea que la PNP debería contar con facultades, como tenía antes del 2012, para fiscalizar el transporte público.
—Medida pendiente—
El gerente de la GTU de Lima destaca que sería importante que la PNP tenga facultades para fiscalizar el transporte público. Además, subraya que está pendiente que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) apruebe un reglamento para que los policías vuelvan a tener la capacidad de fiscalización contra los taxis y las combis informales.
Sidia sostiene que esta iniciativa está al margen de la implementación de la ATU, que regulará el transporte público en Lima y Callao. “Hay un proyecto de reglamento para que la PNP tenga la capacidad de fiscalizar no solo el tránsito, sino también el transporte público”, agrega.