La Municipalidad de Santiago de Surco concluyó la instalación de semáforos en las intersecciones del Óvalo Higuereta, en el marco del plan por mejorar la semaforización de dicha intersección vial, de la mano con la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML). Se trata de un proyecto presentado a la comuna Metropolitana a fines del 2023 y que actualmente se encuentra en una etapa de prueba y calibración. La decisión de efectuar la semaforización se tomó -entre otros factores- tras el fallecimiento de una persona en marzo último tras ser embestida por una cúster de transporte público mientras cruzaba en bicicleta la vía peatonal de una de las salidas del óvalo.
Sin embargo, el mencionado accidente no se trató de un hecho aislado. El transitado óvalo ha sido lugar de gran cantidad de accidentes vehiculares y atropellos. En entrevista con El Comercio, Carlos Bruce, alcalde de Surco, contó que “desde el inicio de la gestión, veíamos que [el óvalo] era un problema de tránsito muy complicado, te demorabas en cruzar una hora o una hora y media”. “Mandamos a hacer un estudio con especialistas en tránsito y lo mandamos a la MML. En marzo, a raíz del accidente, creo que eso sensibilizó a la Municipalidad de Lima, nos pusimos de acuerdo y entre los dos hemos invertido en el proyecto”. El monto supera los 1,1 millones de soles.
La Municipalidad de Surco estima que esta iniciativa tendrá un beneficio para los casi seis mil peatones por hora que transitan por las avenidas que conectan con el óvalo Higuereta. Asimismo, espera aligerar el tránsito vehicular, el cual recibe cerca de quince mil vehículos por hora. “La única forma en tener un tránsito fluido y ordenado y que el peatón este seguro, es poniendo semáforos peatonales y vehiculares. Esto nos evitará atoros de media hora y hasta 45 minutos en este óvalo”, sostuvo Bruce. El alcalde reiteró que se trata de una vía metropolitana, que depende de las acciones de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
El proyecto de ‘Mejoramiento de la semaforización en el Óvalo Higuereta’ incluye la instalación de 36 semáforos vehiculares y 24 peatonales, en los accesos de las avenidas Alfredo Benavides, Aviación, Paseo de la Castellana y Tomás Marsano. De tal forma, el municipio busca reducir los tiempos de paso en un 20 %, así como mejorar la seguridad vial en la zona, optimizando el flujo de tráfico y reduciendo la probabilidad de accidentes de tránsito. El Comercio pudo conocer que también se han reubicado los cruces peatonales. Anteriormente, estos se encontraban en la intersección que unía el óvalo con las avenidas, mientras que ahora han sido colocados metros antes de la intersección.
Infraestructura obsoleta
En comunicación con este Diario, David Fairlie, ingeniero de tránsito, precisó que la cantidad de semáforos se calcula según cada intersección semaforizada, por lo que precisó que solo se han colocado seis: Benavides (2), Aviación(1), Paseo de la Castellana (1) y Tomás Marsano (2). Asimismo, explicó que “el óvalo es un diseño vial obsoleto”. “Con la experiencia de muchas décadas en varios países, [los óvalos] ya han dejado de ser una opción. Una vez que sobrepasa su capacidad vehicular, se vuelve un problema y es muy difícil corregir su diseño”. “En muchos lugares han optado como una medida temporal, mientras se buscan fondos para un rediseño, instalar semáforos en los óvalos. Eso es lo que han intentado hacer [en Higuereta]”, dispuso el especialista.
Fairlie también recalcó que la semaforización de los óvalos viales “no es algo sencillo y requiere personal altamente capacitado y los equipos adecuados para hacer los estudios”. “En una red vial común, semaforizar ya es complicado porque tienes que coordinar los semáforos de tal manera que las intersecciones que estén en verde tengan a dónde avanzar. La regla general es que un semáforo no puede estar a menos de 300 metros del siguiente. Por eso es que es tan difícil semaforizar dentro de un óvalo, donde la distancia entre los semáforos es muy corta”, argumentó Fairlie.
Por su parte, Bruce argumentó que “los óvalos funcionan bien cuando estamos hablando de la intersección de dos o tres avenidas, pero en este caso son cuatro avenidas de doble sentido que se interceptan, incluso con pases subterráneos”. “La cosa se complica porque encima hay el pase de un tren, se trata de un óvalo muy complejo, que en efecto ya no es eficiente. En hora punta transitan seis mil vehículos, que es demasiado”, adicionó el burgomaestre. “La solución definitiva son pases a desnivel. Existe la limitación por la infraestructura del tren eléctrico [que pasa por encima], pero sí se tienen que prever ya pasos a desnivel porque [el óvalo] es intransitable”, concluyó Bruce.
Marcha blanca
Este lunes, El Comercio visitó la zona y registró que, si bien los semáforos se encuentran operando, poco han logrado mejorar el orden vehicular. Pese a que el ingreso al intercambio ahora es más lento, las salidas y el tránsito dentro del óvalo mantienen su típica peligrosidad, principalmente por las maniobras temerosas de los conductores. Este Diario anotó decenas de vehículos haciendo caso omiso a los semáforos. Otros, cruzaban los tres carriles con el fin de evacuar el óvalo, obligando a los demás vehículos a frenar intempestivamente. También se captó a motociclistas y unidades de transporte público adelantando a los carros por espacios no permitidos. Demoró cerca de cinco minutos dar una vuelta en un horario de baja afluencia.
Asimismo, El Comercio evidenció que los propios trabajadores de la Gerencia de Tránsito y Seguridad Vial de la Municipalidad de Surco que se encontraban en la zona omitían las señales del semáforo y exigían a los vehículos a avanzar con la luz en rojo o detenerse en verde. Cabe señalar que la calibración de un semáforo -según los reglamentos nacionales- se basa en investigaciones estadísticas de alta precisión. Bruce advirtió que los semáforos “todavía no está funcionando al 100 %, están en etapa de regularización, creemos que a fines de la próxima semana”.
Respecto a la actuación de los funcionarios de la Gerencia de Tránsito, el burgomaestre surcano validó sus acciones y explicó que lo están haciendo “por los diferentes flujos vehiculares que hay y por lo mal regulados que aún están los semáforos”. Resaltó también que “el control de las frecuencias de todos los semáforos los tienen el municipio de Lima y ellos lo controlan desde la red de semáforos”.
Otra problemática que persiste es la permanencia de paraderos informales en las avenidas de ingreso o salida del óvalo Higuereta, principalmente en la avenida Alfredo Benavides. El principal problema se registra en la salida de dicha vía hacia Miraflores, donde diversas unidades se detienen para subir pasajeros y bloquean la salida flujo vehicular del óvalo y, por consecuencia, en las avenidas aledañas. “Hemos instalado nuevas rejas en todo el perímetro del óvalo, inclusive moviendo el circuito peatonal hacia la avenida para que sea más difícil [para los transportistas informales] que paren a cargar pasajeros”.