Transporte
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Juan Guillermo Lara

Las principales zonas industriales y financieras de Lima se concentran en el tejido urbano de la ciudad. Esta situación no solo imposibilita la expansión territorial de la capital, sino también ocasiona que las unidades de transporte saturen diariamente las vías que van rumbo al Cercado de Lima o San Isidro. Esta congestión hace perder tiempo y dinero a miles de personas que deben trasladarse desde la periferia hasta sus trabajos.

Por ejemplo, para llegar a tiempo desde Ancón a su centro de labores en Jesús María, Mariana Zambrano tenía que tomar un colectivo hasta la avenida Tacna y luego subir a un taxi hasta la avenida Salaverry. En los cuatro viajes (ida y vuelta) que hacía cada día, gastaba S/26. Trabajaba de lunes a viernes, así que, en un mes, gastaba en transporte, alrededor de S/520. Al final, Mariana optó por mudarse cerca de su trabajo.

Como una solución a esta problemática de miles de limeños, en el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao al 2035 (PLAM 2035) se proyectó la creación de tres zonas industriales en Ancón, Lurín y Huachipa que contribuirían a descentralizar los flujos de pasajeros hacia el norte, sur y este de la capital.

El objetivo de esta propuesta era generar nuevos polos de desarrollo para que las personas ya no deban viajar largas distancias y las zonas periféricas tengan mayor dinámica económica y no solo sean distritos dormitorio.

El urbanista José García Calderón, quien fue coordinador del PLAM 2035, indica que dentro de 18 años se prevé que Lima tenga una población de más de 13 millones de personas.

Por esta razón es necesario que en la periferia, además de nuevos espacios industriales, se implementen áreas para viviendas, recreación y servicios de alta escala.

—Calidad de vida—
Para el experto en seguridad vial Roy Rojas Vargas, la creación de estos polos de desarrollo en la periferia de Lima podría mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ayudaría a minimizar la congestión vehicular que existe.

“Los largos viajes no solo ocasionan tráfico, sino también exponen a las personas a riesgos por accidentes de tránsito y contaminación. Si se logra que la gente trabaje o estudie cerca de donde vive, usarán otros medios de transporte, como la bicicleta, y así habrá menos carros saturando las vías”, explica Rojas Vargas.

Por otro lado, el especialista indica que no es beneficioso y productivo para las empresas que sus trabajadores vivan alejados del centro de labores. “No es saludable que tengan que levantarse tres horas antes para llegar a tiempo a su destino”, precisa Rojas Vargas.

Zonas financieras de Lima
Zonas financieras de Lima

—Propuestas sin aprobar—
Además de los polos de desarrollo desconcertados y el plan de anillos viales (sobre el cual El Comercio informó en su edición de ayer), el PLAM 2035, elaborado durante la gestión municipal de Susana Villarán, contenía una carpeta de proyectos en beneficio de la ciudad.

Sin embargo, según García Calderón, la actual gestión de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), a cargo de Luis Castañeda Lossio, decidió no tomar en cuenta estas propuestas técnicas.

“Quizá muchos de estos proyectos demorarán más de cuatro años en llevarse a cabo y quizá por eso no lo quieren aprobar. Pero un plan de desarrollo no solo sirve para determinar hacia dónde y cómo crecerá la ciudad, sino para fiscalizar la labor de la comuna”, dice García Calderón.

Consultada sobre el tema, la teniente alcaldesa de la MML, Patricia Juárez, dice que el PLAM 2035 “es un conjunto de estudios preliminares, pero no es un documento articulado ni concluido”.

Sin embargo, el regidor de oposición Hernán Núñez considera falsas las declaraciones de la representante edilicia y dice que el plan fue culminado durante la anterior gestión municipal.

“Que no lo hayan aprobado no quiere decir que no exista. El plan estuvo en la página web de la municipalidad hasta que ellos [la gestión actual] lo retiraron. Nada les impide que se apruebe”, señala Núñez.
Rojas Vargas considera que una ciudad del tamaño de Lima debe tener un plan integral que defina cuáles son los proyectos prioritarios que deben ejecutarse sin importar los cambios de gestión municipal que se den en el futuro. 

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