El transporte público es uno de los principales problemas que afectan a diario a los limeños. Según el observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos, el 63.7% de los ciudadanos se encuentra insatisfecho con los servicios existentes, motivo por el cual este fue uno de los temas que busca solucionar la próxima gestión edil.
Durante su campaña electoral, el virtual alcalde Rafael López Aliaga prometió, entre otras propuestas viales, culminar la ampliación de la Vía Expresa Sur y la construcción de un Metropolitano por la avenida Universitaria hasta plaza San Miguel.
La primera de estas obras es un proyecto que prevé la construcción de cinco kilómetros desde la estación plaza de Flores del Metropolitano, en Barranco, hacia la Panamericana Sur. La obra busca unir el Centro de Lima con San Juan de Miraflores y conectarlo con la estación Atocongo de la Línea 1 del Metro de Lima.
“Es una propuesta viable. Es un expediente técnico que ya está terminado desde hace años. Toda la expropiación ya está determinada, Es un tema que nos corresponde a nosotros y a la ATU”, manifestó López Aliaga.
El proyecto fue anunciado en el 2013 por la exalcaldesa Susana Villarán. Seis años después, durante la gestión de Jorge Muñoz se suspendió el contrato con la empresa Graña y Montero, a cargo de la obra.
La Municipalidad de Lima manifestó a El Comercio que el contrato se encuentra suspendido desde junio del 2017 debido a que era inviable por el cambio de competencias en el Metropolitano, el costo del peaje en el sector urbano, entre otros aspectos. “Hasta la fecha no existe ni una obra realizada ni hay predios expropiados”, indicaron.
No obstante, aseguraron que el contrato sería terminado sin ningún costo para la comuna, por lo que la nueva administración podría ejecutar mecanismos para la ejecución del proyecto.
El ingeniero de transportes, David Fairlie, explicó que, debido al tiempo transcurrido, los estudios ya son obsoletos. “Se tendrán que realizar nuevos o, por lo menos, actualizarlos. La data que se recolectó para el 2013 debió usar información del 2010, pero la Lima de ese año no se parece a la de hoy. Se tienen que plantear nuevos patrones de tránsito y flujo vehicular”, recomendó.
El especialista señaló que los estudio para un proyecto de esta magnitud demorarían aproximadamente dos años.
Un nuevo Metropolitano
Han pasado 12 años desde que el Metropolitano comenzó a movilizar masivamente a los limeños; sin embargo, luego de una década, el servicio de transporte aún no entra en fase de operación debido a que el tramo norte contemplaba iniciar en Carabayllo y no en Independencia, como es actualmente.
López Aliaga anunció que planea la implementación del servicio por la avenida Universitaria, desde Carabayllo hasta San Miguel. Este proyecto añadiría otros 15 kilómetros a la red, desde el cruce de las avenidas Universitaria y Metropolitana, donde se está construyendo la ampliación del servicio de buses hacia el norte.
El ingeniero Andrés Sotil señaló que los buses de transporte rápido (BRT) no serían una solución para el caótico tránsito limeño. “Esta medida solo mitigaría parcialmente el problema de transporte. Para el 2026, Lima debería tener más de 100 estaciones para atender a la población. Solo a nivel regional, Santiago de Chile cuenta con 136 estaciones en siete líneas de Metro”, precisó.
Por su parte, Fairlie señaló que dicho proyecto necesitará tener en cuenta detalles importante como la ubicación de los buses: si irán en una vía segregada o compartirán ruta con el resto de vehículos, paraderos, entre otros.
Este Diario solicitó información sobre ambos proyectos al equipo técnico de Renovación Popular, pero señalaron que no brindarían detalles hasta la entrega de credenciales. En el plan de gobierno de López Aliaga estimaban la construcción de un tranvía en esa zona.
Trabajo articulado
El próximo burgomaestre ha reiterado que no se sentará a conversar con el presidente Pedro Castillo. Sin embargo, según el urbanista Aldo Facho Dede, esta situación no sería beneficiosa para la ciudad porque la comuna metropolitana tiene que coordinar estrechamente con el Ejecutivo a fin de realizar acciones en pro de la ciudad.
“Si bien la Vía Expresa Sur se puede ejecutar, Lima no tiene recursos y está trabada por expropiaciones que se tienen que resolver, pero necesita ayuda del Ejecutivo. De otro lado, puede endeudarse, pero Lima ya está bastante endeudada. En el caso del segundo proyecto, cualquier vía del Metropolitano es competencia de la ATU. Antes de implementar una ruta, la ATU debe determinar si esa sería el siguiente corredor”, explicó el especialista.
Facho Dede explicó que, en ambos casos, los proyectos pueden ser iniciados durante la próxima gestión edil. “Son obras complejas con montos de inversión alto. Si hacen las cosas bien, se podrá tener el expediente técnico para que el siguiente alcalde lo ejecute”.
El urbanista recomendó ejecutar una cartera de proyectos que ya cuentan con viablilidad y listos para ser ejecutados. “El Plan Metropolitano está aprobado, lo mismo con el Plan Maestro del Centro Histórico. También se pueden desarrollar obras en vías metropolitanas con intervenciones de poco costo, pero con alto impacto para llevar seguridad a las calles de Lima. Por último, el alcalde deberá tender redes al resto de distritos, muchos de ellos de su color político”, explicó.