“El tsunami entró en las casas como ‘Pedro en su casa’. Fueron anegadas por lo menos un metro y medio de agua. Los muebles terminaron varados a cientos de metros de la playa”. Así describió Ronald Woodman, ex presidente del Instituto Geofísico del Perú (IGP), el tsunami ocurrido en Pisco en 2007, fenómeno que ocurrió 54 minutos después del terremoto del 15 de agosto.
En aquel entonces, Woodman señaló que la única forma de ponerse a buen recaudo ante un tsunami era alejándose de las costas y buscar salida hacia arriba de los acantilados. De acuerdo con el IGP, un terremoto de magnitud 8.8, el cual es el que se pronostica para Lima, tendría como epicentro el Callao, lugar que se vería altamente afectado ante la alerta de tsunami que se generaría.
El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de la Marina de Guerra del Perú (CNAT) se encarga de monitorear y emitir la alerta y alarma de tsunamis. A través de su página web, se puede observar los sismos que se han producido en el Océano Pacífico y analizar si estos podrían producir algún tsunami en la costa de nuestro país.
¿Cómo? A través de un sistema de boyas que se encuentran estratégicamente localizadas en aguas profundas y contienen instrumentos que detectan cambios mínimos de la presión en el fondo marino para detectar la formación de tsunamis.
¿Qué hacen los distritos costeros?
El Comercio consultó a la Municipalidad de Miraflores sobre cómo se vienen preparando ante una alerta de tsunami. Estos señalaron que una de las medidas que han adoptado es la instalación de almacenes soterrados.
“En 14 parques del distrito de manera subterránea, poseen 43 m2 y fueron creados para el almacenamiento de artículos de primera necesidad para ser usados como respuesta inmediata ante la eventualidad de desastres y/o emergencias que lo ameriten”, indican.
Al ser consultados sobre el protocolo a seguir ante una alerta de tsunami, en caso de que la CNAT confirme esto, lo primero que realizarán será la evacuación “en vertical” de los bañistas “hacia las zonas seguras en la parte superior del acantilado de todos los bañistas y público en general”.
¿Suficientes medidas?
Hasta la fecha, hay 18 puentes peatonales en la Costa Verde (Chorrillos, Barranco, Miraflores, San Isidro, Magdalena y San Miguel). Sin embargo, para Alexandre Almeida, director del Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima, esto no es suficiente.
“Debería ser mejorado, pero no debe ser hecho de forma aleatoria. Se tiene que realizar un correcto estudio para analizar dónde hay mayor concentración de vehículos y de personas. Y en función de ello de usuarios calcular la cantidad necesaria de rutas de salida. Hemos visto además que hay obras pendientes de ser terminadas y es un tema preocupante”, indica.
Almeida indica además que ve mucha falta de seriedad en cuanto a simulacros lo cual él considera que podría ser muy perjudicial.
“Creo que aún estamos en una etapa inicial. Las evacuaciones deben ser trabajadas de forma seria. Cuando hay un simulacro las personas no lo toman en serio y es peligroso porque los mayores daños se dan cuando las personas corren y se genera caos. Las personas terminan matándose entre ellos por falta de control y preparación. Deberíamos trabajar mejor y concientizar mejor sobre los simulacros”, finaliza.