El problema se inicia la mismísima noche —aciaga para algunos, feliz para otros— que un marinero español oriundo de Lepe, apostado en mástil de una de las tres carabelas, vio una lumbre y gritó dos veces tierra. “A cuya tan dulce palabra acudieron todos a ver si decía verdad; y como la vieron, comenzaron el Te Deum laudamus, hincados de rodillas y llorando de placer. Hicieron señal a los otros compañeros para que se alegrasen y diesen gracias a Dios, que les había mostrado lo que tanto deseaban. Allí viérades los extremos de regocijo que suelen hacer marineros: unos besaban las manos a Cristóbal Colón, otros se le ofrecían por criados, y otros le pedían mercedes”, escribe la pluma del cronista López de Gómara.
Era el amanecer del 12 de octubre de 1492, el día que cambió para siempre la faz de la Tierra. Aunque el navegante genovés no sabía exactamente dónde había desembarcado, si en la India o en Cipango. Claro, años después los precursores de las fake news aseguraran que el hombre no había descubierto nada, que los planisferios vikingos ya daban cuenta del arribo anterior a esas tierras o que para entonces los marineros otomanos ya tenían perfectamente perfiladas las costas atlánticas de España, Portugal, África y Suramérica. Y que la Geografía de Ptolomeo ya contemplaba aquellos mapas y esas coordenadas. Etcétera.
LEE TAMBIÉN: 12 de octubre: España celebra su Fiesta Nacional con pompa y desfile militar
Sea como fuese, las tres naves echaron anclas en Guanahaní, una de las islas Lucayas ubicadas entre la Florida y Cuba. Y empezaron los problemas: mientras los españoles consagraron ese 12 de octubre como su día nacional porque “simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”, al otro lado del charco pensaban otra cosa.
Por ejemplo, que bajo el llamado “encuentro de dos mundos” lo que hubo fue un genocidio que cobró la vida del 90% de su población nativa, amén de la destrucción cultural de por lo menos dos imperios. Los españoles dicen que la sangría demográfica obedeció a causas naturales: en todas las guerras se muere la gente. Que las migraciones también son malas para la salud y que muchos naturales murieron a causa de enfermedades generadas por el choque biológico, para el cual no estuvieron preparados. Y mientras los peninsulares no sabían si celebrar el día de la fiesta nacional, la fiesta de la hispanidad o el día de la raza, esta parte del mundo reclamaba un día de los pueblos indígenas americanos. Para reivindicar su autoctonía.
Diversidad y resistencia
Así las cosas, desde 1994 Costa Rica consagra el 12 de octubre como “Día de las Culturas” y lo fundamenta en la tolerancia, reconoce la diversidad étnica prevaleciente en América sin negar la herencia española, el legado de los indígenas y el aporte africano. “Cuando se aprobó el Día de las Culturas, se aclaró definitivamente que las raíces de Costa Rica, al igual que las del resto de los países latinoamericanos, proceden de tres troncos que interactúan, desde 1492: el español, el indígena y el africano-caribeño, que nos convertía, aunque algunos lo ignoraban, en una nación pluricultural y multiétnica”.
En ese mismo sentido, el Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) de Argentina, desde el 2010 rebautizó el día del descubrimiento de América como “‘Día de la Diversidad Cultural Americana’, para promover la reflexión histórica y el diálogo intercultural acerca de los derechos de los pueblos originarios”. Muy cerca de ellos, geográfica e ideológicamente, desde el 2014 los uruguayos celebran el “Día de la Diversidad Cultural”. Igual que en República Dominicana, donde se celebra el “Día de la Identidad y Diversidad Cultural”, aunque siguen utilizando el antiguo “Día de la raza”. Más neutrales, los chilenos optaron desde el 2000 la denominación “Día del Descubrimiento de Dos Mundos”.
Otro será el cantar en los llamados países del ALBA, comandados por Venezuela: mediante un decreto del año 2002, Hugo Chávez consideró la fecha idónea para poner fin a una denominación que consideraba “discriminatoria, racista y peyorativa” porque el 12 de octubre “debería estar destinado a reconocer nuestra autoafirmación americanista por la unidad y diversidad cultural y humana, reivindicando tanto a los pueblos indígenas de América como los aportes de los pueblos y las culturas africanas, asiáticas y europeas en la conformación de nuestra nacionalidad, en el espíritu del diálogo de civilizaciones, la paz y la justicia”. Razón por la cual lo llamó “Día de la Resistencia Indígena”.
En perfecta simetría, un aplicado Evo Morales desde el 2011 cambió el nombre de la festividad por el de “Día de la Descolonización en el Estado Plurinacional de Bolivia”. Como en Ecuador, donde Rafael Correa instituyó el “Día de la Interculturalidad y Plurinacionalidad con inclusión y justicia”. En Guatemala se celebra el “Día de la Resistencia Indígena” y para los nicaragüenses, desde el 2007, la fiesta se rebautizó como “Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular”. Desde 2020, el Senado de la República en México declaró el 12 de octubre de cada año como el “Día de la Nación Pluricultural” para motivar el conocimiento, reconocimiento, valoración y promoción de la riqueza multicultural, pluriétnica y multilingüe de ese país.
De sangre y oro
Y mientras Honduras, El Salvador y Panamá siguen celebrando el “Día de la Raza”, el “Columbus Day” que consagra Estados Unidos viene siendo seriamente cuestionado y sometido a un revisionismo histórico, sobre todo en los estados que reclaman su cambio a “Día de los Pueblos Indígenas”. Y mucho más después de los luctuosos sucesos del 2020 cuando se derribaron sendos monumentos del navegante en Minnesota, Richmond y Boston. Previsiblemente, fueron retiradas o directamente reemplazadas efigies del genovés hacia el sur del Río Grande. Más exactamente, en Chile, Argentina, México, Venezuela y Bolivia.
En Perú, hasta hace doce años se festejaba el “Día de la Raza”. Pero desde el 9 de octubre de 2009 ya no es un día festivo: el ejecutivo de Alan García decretó conmemorar el “Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural” ordenando que “cada año el Ministerio de Educación elabore en coordinación con los gobiernos regionales y las organizaciones representativas de los pueblos originarios, los actos y actividades que deben realizarse”. Y mientras eso ocurre en el Nuevo Mundo, la Patrulla Águila sigue pintando el cielo madrileño de rojo y gualda.
TE PUEDE INTERESAR
- Gobernador de Florida dice que viaje de Colón fue una “pieza fundamental de la creación del mundo occidental”
- 12 de octubre: México reactiva el “indigenismo estatal” para borrar a Cristóbal Colón de la capital
- Cristóbal Colón pierde amigos y estatuas en Estados Unidos
- Ciudad de México sustituirá la estatua de Colón por la de una mujer indígena
- Manifestantes bolivianos intentan tumbar un monumento de Cristóbal Colón en La Paz