En febrero de este año, durante la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO) en Madrid, el artista Bernardí Roig le dio tremenda declaración al diario “El País”: “La escena latinoamericana es una de las más ricas en ideas y creatividad en el planeta”.
Así quiso explicar el contexto del evento: 71% de las galerías que participaban eran extranjeras, de las cuales 47 provenían de América Latina. Por primera vez había tal presencia latina. El arte de esta parte del mundo se había abierto las puertas con sus propias manos gracias al talento de sus mayores expositores.
Durante días se escribió sobre el fenómeno latinoamericano. En ese sentido, no es gratuito que diversas galerías en el mundo estén interesadas en ser parte de una feria local. Tal es el caso de Art Lima, que se inauguró la noche del miércoles y va hasta el 26 de abril en la Escuela Superior de Guerra del Ejército del Perú, la cual en su tercera edición recibe a 60 galerías. Irónicamente, el país que tiene más presencia es España (11). Colombia y Chile se sitúan en el segundo lugar con 8 galerías cada uno.
OTRO PLATO
Pero lo que vale no es solo llamar la atención, sino mantenerse. Para Art Lima, las cifras deben celebrarse. Son 30 galerías las que ya han participado en las ediciones anteriores. Es decir, la mitad de las que participan decidieron regresar.
Hay motivos para hacerlo: en total son 70 coleccionistas internacionales los que han aceptado la invitación y se estima que 20 mil personas pasarán por la feria (6 mil más que la edición pasada). El incremento se debe a las novedades. Además de la sección Principal, se cuenta con la Plataforma, el Solo Show, el área de Fotografía, Gabinetes, el área Institucional y la Académica.
Entre los peruanos que retornan a la feria: Abel Bentín, Silvana Pestana y Sonia Cunliffe. Él lo hace con la galería Klaus Steinmetz (Costa Rica) y ellas con la Galería Impakto (Perú). Y si en algo coinciden los tres es que el arte –o al menos su arte– tiene como fin ser expuesto, evaluado y valorado. Desde temprano estuvieron montando y ajustando detalles en sus obras. Silvana parecía reírse con el estrés. Abel, por su parte, sudaba la gota fría (literalmente) al cargar sus “Pinturas negras”.
PRIMERA VEZ
Por su lado, el peruano Augusto Ballardo –quien expone en Gabinetes– muestra la serie que trabajó con base en la cultura Chavín. Justo al lado, de la mano de la galería venezolana Okyo, el artista Vargas-Suárez muestra su satisfacción por ser parte de Art Lima por primera vez. “Yo no me hago expectativas. Es mejor no crearte algunas, pero creo que un espacio como este es necesario para establecer conexiones”.